Uno de ellos, fue cuando saludó asomado desde el balcón del Palacio Arzobispal de Cracovia, su residencia durante el XV Viaje Apostólico internacional de su Pontificado; a un grupo de recién casados y jóvenes esposos congregado en la plaza. Se trata del mismo balcón donde solía asomarse San Juan Pablo II cada vez que regresaba a su tierra natal, costumbre a la que también se sumó el Papa emérito Benedicto XVI cuando visitó Polonia.

«Yo cuando encuentro a uno que se casa, a un joven que se casa digo: estos son los que tienen coraje porque no es fácil formar una familia, no es fácil comprometer la vida para siempre y los felicito porque ustedes tienen coraje», dijo Francisco a los jóvenes allí presentes, que han decidido unir su amor en el sacramento del matrimonio, recordándoles que por ello «son unos valientes». 

A Radio Vaticana ha llegado precisamente el testimonio de una joven «pareja de valientes», que se ha comprometido durante esta JMJ en Cracovia. Jessica de Brasil, nos cuenta cómo su novio Szymon de Polonia, le propuso matrimonio tras una celebración eucarística. Escuchemos su historia compartida a través de nuestro número de WhatsApp (0039) 347 225 0785:

«Estabamos participando en la misa en latín, aquí en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia con el grupo Juventutem y tras finalizar, mi novio, a quien conocí en la JMJ de Río de Janeiro, me pidió la mano», cuenta Jessica. «Estoy super nerviosa y emocionada pero muy feliz y muy contenta con Dios por esta bendición porque es muy importante tener un noviazgo santo y casto. En un mundo donde la familia no es tan valorada es fundamental tener esta base católica, tener siempre a Dios y contar con la intercesión de Nuestra Señora. Quiero decirle a todos los jóvenes que es muy importante creer siempre en Dios, creer que Dios siempre hará todo y poner toda nuestra confianza en Él».

«Estamos muy felices», dice Szymon, su prometido. «Estoy muy feliz porque conseguí pedirle la mano. Queremos vivir una vida santa, un amor santo y puro para crear una Iglesia doméstica y para tener coraje. Estamos muy agradecidos con Dios por darnos esta experiencia».

Con este ejemplo de amor y mutua entrega por parte de estos dos jóvenes que acaban de comprometerse, recordamos el consejo final que el Santo Padre dio desde el balcón del Palacio Arzobispal: «Para que la familia vaya siempre adelante y supere las dificultades yo les sugiero que practiquen siempre tres palabras. Tres palabras que expresan tres actitudes: Permiso, Gracias y Perdón. Los invito antes de recibir la bendición a rezar por todas las familias aquí presentes, por los recién casados, por los que ya están casados desde hace tiempo y por los que se van a casar».

Muy emocionados después de escuchar la historia de Jessica y Szymon, Radio Vaticana les desea que Dios bendiga y custodie siempre su amor, y el de tantos otros «jóvenes valientes» que apuestan por el matrimonio. 

(SL-RV)