Corrientes: Monseñor Castagna: “Hay que reeducar el gusto por la verdad y la belleza”

Corrientes: Monseñor Castagna: “Hay que reeducar el gusto por la verdad y la belleza”

 En su sugerencia para la homilía del próximo domingo, el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, destacó que “el tiempo de Cuaresma es anuncio, encuentro, llamado a la conversión y propósito de responder por parte de quienes son llamados” y consideró que la tarea del evangelizador debe incluir un esfuerzo por “reeducar” el gusto por la verdad y la belleza. (...)

(...) El prelado estimó también que “la educación familiar, escolar y universitaria - y la que ejercen los medios de comunicación, en su incidencia en la conciencia popular - debe estar orientada a hacer apetecible el bien y desagradable todo desorden moral”.

El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, destacó que “el tiempo de Cuaresma es anuncio, encuentro, llamado a la conversión y propósito de responder por parte de quienes son llamados” y consideró que “es preciso encararlo como a tal y extraer, de sus propuestas, las riquezas espirituales expresadas en la enseñanza evangélica y en los sacramentos”. 

“Ese proceso debe darse desde el comienzo. De otra manera no logrará su cometido de fe, como está ocurriendo con muchos cristianos, que aparentan conservar una tenue, casi inexistente, conciencia bautismal”, advirtió y agregó: “Tendremos que andar mucho, ya que el destino final del hombre ha desaparecido hoy - como perspectiva de vida - por causa de la existencia del pecado. El mal adquiere dimensiones espectaculares, no así el bien. No porque el bien no entrañe su propio contenido, más apetecible que el mal”. 

El prelado sostuvo que “el aparato propagandístico contribuye a enfermar más a los consumidores ya enfermos. Les parece aburrida la exposición del bien y, su estado de declive moral, los predispone a dejarse seducir por el mal. De esa situación, bastante generalizada, se aprovechan los personeros del chimento frívolo y de la pornografía”. 

“La educación familiar, escolar y universitaria - y la que ejercen los medios de comunicación, en su incidencia en la conciencia popular - debe estar orientada a hacer apetecible el bien y desagradable todo desorden moral”, precisó. 

En su sugerencia para la homilía del próximo domingo, monseñor Castagna también señaló que la tarea del evangelizador debe incluir un esfuerzo por “reeducar” el gusto por la verdad y la belleza. 

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