El Consejo Mundial de Iglesias hace “un llamado a actuar juntos”

El Consejo Mundial de Iglesias hace “un llamado a actuar juntos”

Los delegados reunidos en Karlsruhe (Alemania) declararon en un comunicado publicado este jueves que, frente a la guerra, la desigualdad y los pecados contra la creación, el amor de Cristo nos llama a todos al arrepentimiento y la reconciliación.

“Encontraremos la fuerza de actuar desde una unidad que tiene su fundamento en el amor de Cristo, que es nuestra fuerza, pues nos permite aprender qué es lo que conduce a la paz, transformar la división en reconciliación y trabajar por la sanación de nuestro planeta vivo”, afirmaron los delegados del Consejo Mundial de Iglesias reunidos en Karlsruhe, Alemania, en su mensaje titulado “Un llamado a actuar juntos”.

El evento, celebrado del 31 de agosto al 8 de septiembre, reunió a 660 delegados y más de 2000 participantes de todas las regiones bajo el tema “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.

En su mensaje, los delegados advirtieron sobre las manifestaciones actuales de las fuerzas del sufrimiento humano que actúan en el mundo —la guerra, la muerte, la enfermedad y el hambre— descritas en el libro bíblico del Apocalipsis.

“[Estas fuerzas] dejan a su paso una estela de injusticia y discriminación en contextos en los que quienes tienen el poder a menudo lo utilizan para oprimir a otras personas en lugar de para fomentar la inclusión, la justicia y la paz”, reza el informe.

Haciendo referencia al tema de la Asamblea, los delegados afirmaron que el amor de Cristo, “en respuesta al clamor de los que sufren, nos interpela a acudir a Él en solidaridad, y a responder y actuar en favor de la justicia”. Y prosiguieron diciendo: “Estamos llamados a reconciliarnos en el amor de Dios y a dar testimonio del amor revelado en Cristo”.

No obstante, los cristianos, y las estructuras que han establecido, también han sido cómplices del abuso de otras personas, y deben arrepentirse y unirse al movimiento de reconciliación, señalaron.

Asimismo, unieron sus voces a las de la Asamblea de Ámsterdam (1948) para afirmar que “la guerra es contraria a la voluntad de Dios”, y a las de la Asamblea de Nairobi (1975) para decir que “el racismo es un pecado contra Dios”, lamentando tener que repetir estas declaraciones.

“Sin embargo, hemos proseguido nuestra peregrinación juntos como Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en un espíritu de anticipación y esperanza, e incluso de alegría, porque, por el poder del Espíritu Santo, la invitación de Cristo sigue estando abierta a todas las personas y, de hecho, a toda la creación”, observaron.

“En nuestra Asamblea, hemos empleado muchas palabras, pero, a partir de ellas, hemos formulado una nueva resolución. Ahora, pedimos la ayuda de Dios para transformar nuestros compromisos en acción”, dijeron. “El amor de Cristo nos sostendrá a todos en la tarea de acoger a los demás y superar la exclusión”.

Los delegados se comprometieron a trabajar con todas las personas de buena voluntad invitándolas a unirse en una peregrinación. “Porque, en Cristo, todas las cosas son hechas nuevas. Su amor, que está abierto a todos —incluidos los últimos, los más pequeños y los que se hayan perdido— y que se ofrece a todos, puede impulsarnos y empoderarnos en una peregrinación de justicia, reconciliación y unidad”.

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