Conocé la emotiva historia del nene que no camina ni habla y fue bendecido por el Papa

Conocé la emotiva historia del nene que no camina ni habla y fue bendecido por el Papa

Tiene casi 4 años y padece síndrome de Edwards, una enfermedad que se caracteriza por su alta tasa de mortalidad postnatal. "No le daban más de 72 horas de vida", contó su mamá, quien sintió "un fuego en el corazón" cuando vio a Francisco llegar al hospital.

Juan Pablo Careaga, un nene paraguayo de tres años que padece elsíndrome de Edwards, caracterizado por una alta tasa de mortalidad postnatal, fue uno de los menores bendecidos este sábado por el papa en un hospital pediátrico del Gran Asunción, informó el Ministerio de Salud Pública de Paraguay en un comunicado.

En un principio los médicos le daban una esperanza de vida de 72 horas, pero desde hace dos años recibe tratamiento en el hospital Niños de Acosta Ñu, ubicado en la ciudad de San Lorenzo y visitado por el Papa durante su segunda jornada en Paraguay.

Su madre, presente en el encuentro con el Papa, dijo que sintió como "un fuego en el corazón" al ver a Francisco en el hospital.

"Fue una emoción muy grande. Con el solo hecho de mirarle, se siente una fuerza que no se puede explicar. Es realmente un enviado de Dios. No hace distinción, a todos tocó la bendición, es un ser extraordinario, se siente el gozo en el alma. Te mira a los ojos", expuso la mujer.

Agregó además que es una gran esperanza para su familia la bendición que el pequeño Juan Pablo recibió del papa, quien estará en Paraguay hasta este domingo.

Según su testimonio, el niño no habla y no camina, pero los médicos del pediátrico consideran que va ganando motricidad y la expectativa es que se produzca una lenta mejora.

El síndrome de Edwards es un tipo de cambio en el número cromosómico que se caracteriza usualmente por la presencia de un cromosoma completo adicional en el par 18.

Dada la alta tasa de mortalidad postnatal de esta enfermedad genética no existe un tratamiento eficaz, según el comunicado del Ministerio.

La visita del papa a ese hospital fue a puertas cerradas, aunque se informó que repartió esperanza entre los 90 menores ingresados, quienes le respondieron con la entrega de cartas personales y trabajos realizados en las aulas del hospital.

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