El Congreso Judío Mundial está instando a las autoridades húngaras para que abandonen los planes de honrar a Bálint Homan (1885-1951), un ministro que es conocido por sus acciones contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Dirigentes de Székesfehérvár, una ciudad de 100.000 habitantes ubicada cerca de Budapest, planean montar una estatua de bronce en honor a dicho funcionario.
El presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, le pidió al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que detenga los planes de poner la estatua de Homan. “A 70 años de haberse terminado la Segunda Guerra Mundial, es inconcebible que una ciudad construya una estatua en honor a un antisemita y una figura que se encargó de perseguir a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Homan fue un vocero del nazismo y nunca se arrepintió de ello”, señaló Lauder.
“Bálint Homan fue una figura emblemática de la humillación y la deportación de los judíos húngaros. Fue un antisemita que no merece ser homenajeado; el hacerlo sería un insulto a las víctimas del holocausto”, aseguró el vicepresidente del Congreso Judío Mundial, András Heisler, quien además es el presidente de la Federación de Comunidades Judías de Hungría.
Heisler además señaló que Homan fue una figura clave en las leyes antijudías, y aseguró que ningún húngaro puede estar orgulloso de una personalidad como la de dicho ministro.
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