Transmitir “un fuerte mensaje de paz y amistad” era la finalidad – plenamente alcanzada – del evento, que se realizó el 24 y 25 de noviembre en Islamabad y que los organizadores definieron como “inédito en la historia de Paquistán”. Un congreso que tuvo el patrocinio del Ministerio Federal para los Asuntos Religiosos y la Armonía interreligiosa, cuyo objetivo era el de hacer emerger las inquietudes de las minorías religiosas presentes en el país. Intervinieron expertos internacionales con los que se compartieron metodologías aplicables a las situaciones de conflicto. Participaron en el evento estudiosos y líderes religiosos de 26 países. De Paquistán estuvieron presentes los distintos representantes de dichas minorías (cristianos, hindúes, sijs) y muchos jóvenes ulemas (estudiosos musulmanes), precisamente porque uno de los compromisos prioritarios de UNITE es la formación de los jóvenes a una correcta imagen del Islam.

De parte de la Iglesia católica, estuvieron Mons. Joseph Coutts de Karachi, Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Rufin Anthony de Islamabad-Rawalpindi y algunos miembros de la Comisión Justicia y Paz.

El ministro federal Yousaf Nel, en su intervención subrayó que el mensaje de todas las religiones es el amor, y que el Islam es una religión de paz, pero que su verdadero rostro ha sido desfigurado por el sectarismo. El presidente de UNITE, Mufti Abu-Huraira Mohiuddin, dio mayor resonancia a estas palabras, recalcando que las organizaciones extremistas son contrarias a la enseñanza islámica. El presidente del Senado, Raja Zafarul-Haq, puso de relieve que el derramamiento de sangre en nombre de la religión produce el caos y que la armonía interreligiosa es la única solución para afrontar las cuestiones globales. Éstas son las voces que emergían del congreso y que resonaban aún más fuertes por el incremento del terrorismo.

Christina Lee, focolarina coreana experta en diálogo interreligioso, presentó algunos ejemplos y vivencias de diálogo realizadas por los Focolares en varias partes del mundo, subrayando así que es importante recurrir a los valores espirituales en aras de un auténtico diálogo, valores que ayudan a ser fieles a la propia identidad religiosa y al mismo tiempo abiertos a la relación con personas que profesan otros credos. Un líder musulmán paquistaní, quien conocía a Lee por los encuentros de Religions for Peace, le propuso compartir con los Focolares su compromiso a favor del diálogo. Lo mismo hizo el representante Sij de Karachi. Un relator musulmán sudafricano retomó algunos conceptos que ella había expresado en su intervención.

En las resoluciones finales, UNITE anunció la apertura en Islamabad de una plataforma para el diálogo interreligioso sostenida por el Gobierno, la misma que se cimentará en las propuestas surgidas en el congreso. Además expresó su compromiso para erradicar las discordias entre las comunidades religiosas que falsean la religión. Otro objetivo de UNITE es el de hacer efectivos los derechos de las minorías religiosas en Paquistán, tal como prevé la Constitución, y transmitir a los jóvenes la fuerza unificadora de la religión, incluso a través de las redes sociales.