Ladaria despeja los fantasmas sobre la dureza doctrinal con la que se supo identificar a ese dicasterio, el más antiguo de la Curia. "Ya no existe el índice de libros prohibidos", afirma. También ratifica la tolerancia cero con clérigos pederastas.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, despeja las dudas sobre el funcionamiento de ese dicasterio, el más antiguo de la Curia y conocido anteriormente como el "Santo Oficio", al afirmar: "Ya no es la inquisición".
En una entrevista con Vatican News, el purpurado español asegura que en la Iglesia católica “no hay impunidad” con los clérigos perpetradores de abusos sexuales con menores de edad, al sostener la política de tolerancia cero impuesta por el Papa Francisco en la invesgación y castigo de los casos de pederastia eclesial.
“Tenemos que estudiar y resolver los numerosos casos de abuso que llegan a nuestro conocimiento. Y al tratar estos casos, hacemos un trabajo de sensibilización, apoyamos la confianza en la Iglesia de las personas implicadas, mostrando que en la Iglesia no hay impunidad”, sostiene.
Ladaria afirma que el "ministerio" vaticano a su cargo cuenta con un presupuesto “modesto” y destaca que en el aspecto preventivo y de concienciación resulta “fundamental” la labor que hace sus funcionarios durante las visitas ‘ad limina’ a Roma de los episcopados de los diferentes países.
El purpurado trata de disipar los fantasmas del pasado al comentar que el dicasterio, heredero del Tribunal del Santo Oficio, “ya no es la Inquisición” y recordar que “ya no existe” el Índice de libros prohibidos.
“Nuestra misión es la de promover y salvaguardar la doctrina acerca de la fe. Es una tarea que siempre será necesaria en la Iglesia, que tiene el deber de transmitir la enseñanza de los Apóstoles a las nuevas generaciones”, dice el prefecto, subrayando que la “preocupación por la recta doctrina” estaba ya presente en la Iglesia desde el Nuevo Testamento.
“La forma concreta de llevar a cabo esta tarea ha cambiado a lo largo de los siglos y podemos pensar que volverá a cambiar. Pero la preocupación por la fidelidad a la doctrina de los Apóstoles siempre permanecerá”, insiste.
Al ser consultado por el carácter social del trabajo de la Congregación, Ladaria explica que esta toca “periferias reales”, que pueden resultar menos visibles que otras, pero “no por ello son menos reales y dolorosas”. También pone como ejemplo a las víctimas de abusos, que “en no pocas ocasiones” se encuentran “entre los más pobres de los pobres”.
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