La pandemia de Covid-19 obligó a suspender las actividades religiosas del 2020 y a limitar las del 2021. Dos años consecutivos de eventos restringidos en el templo de calle Ayacucho de Paraná hacen prever que el próximo 7 de agosto la parroquia San Cayetano congregará a gran cantidad de fieles del santo del pan y el trabajo, que se reunirán a pedir por el presente del país. Además, los devotos podrán participar de las seis misas programadas a lo largo del día y también de la tradicional procesión con la imagen del patrono.

El año pasado. En el templo los fieles debían respetar el aforo y el distanciamiento.

Archivo/UNO

"Con alegría comenzamos a prepararnos para nuestra novena y fiesta patronal. Acompañando al valor y la importancia de la familia, el lema de este año será: 'Con San Cayetano, en Familia, Pan y Trabajo'", manifestaron desde la iglesia ubicada en el corazón del barrio San Roque.

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La novena patronal comenzará el próximo viernes 29 y tendrá todos los días un punto de encuentro, a las 17, para procesionar luego por los diferentes barrios que comprende el radio parroquial y finalizar con la Santa Misa en el templo.

El cronograma barrial indica que el viernes 29 de julio se reunirán en el Hospital Pascual Palma y la Escuela Hogar para pedir por pan y trabajo para las familias.

El sábado 30 de julio partirán desde la Gruta de la Virgen en el barrio 1º de Julio y rezarán por el derecho de la familia a educar a los hijos.

El domingo 31 de julio, a las 18.15, en el templo parroquial (no habrá procesión) y se pedirá por los matrimonios.

El lunes 1 de agosto, el punto de encuentro será en el club Don Bosco con la intención de pedir por los padres y por los adultos mayores.

El martes 2 de agosto se reunirán en avenida Don Bosco y Mármol para rogar por la familia ante la pobreza.

El miércoles 3 de agosto estarán en el Centro de Salud Alcain para rezar por la familia ante la enfermedad.

El jueves 4 de agosto se reunirán en la plaza La Delfina y la intención especial será por los sacerdotes.

El viernes 5 de agosto el punto de encuentro será la calle Don Quijote para rezar por los difuntos.

El sábado 6 de agosto la cita es en la parroquia (sin procesión) con la intención de pedir por la transfiguración del trabajo.

Mientras que el día patronal, el domingo 7 de agosto, las misas serán a la medianoche con la apertura de las puertas del templo; a las 9.30; a las 11; a las 15.30 procesión y posterior misa; a las 18 y a las 20.30.

Lema. "Con San Cayetano, en Familia, Pan y Trabajo", pedirán este año desde la parroquia de barrio San Roque.

Archivo/UNOLa historia de San Cayetano

Nació el 1º de octubre de 1480 como hijo de los Condes de Thiene, pero poco le importó el alto nivel social de su familia, puesto que su vida tomó un rumbo completamente distinto después de graduarse con un doble doctorado en derecho civil y canónico de la Universidad de Thiene, hoy conocida como Universidad de Padua. Su padre era militar y falleció cuando él tenía apenas 12 años, mientras su madre, María da Porto, se hizo cargo de Cayetano y sus hermanos.

Al finalizar sus estudios, su vida giró hacia el catolicismo y lo nombraron protonotario apostólico del Papa Julio II en Roma, servicio que brindó hasta 1513 cuando el Sumo Pontífice falleció. No obstante, no dejó de lado aquello que tanto pregonaba. Se esforzó para llegar a ser sacerdote, lo que finalmente logró a los 35 años y conformó el Oratorio del Amor Divino junto a otros colegas.

Al volver a su ciudad natal creó "hospitales para enfermos incurables" y consagró mucho tiempo a apoyar y dar buenos augurios a las personas que se encontraban internadas en dichos nosocomios, lo cuales también impartió en Verona y Venecia. Fue en dichos sanatorios que, según cuentan las historias religiosas, el santo logró realizar milagros, como por ejemplo la limpieza de la pierna de una joven que, comprometida por la gangrena, estaba a punto de ser amputada. Al otro día, la extremidad no tenía signos de enfermedad.

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Fiel luchador contra la Reforma Protestante que sostenía la división de la Iglesia, gran parte de su vida fue dedicada a impedir que esto continúe expandiéndose, por lo que dio inicio en Roma a la Orden de los Teatinos, mayormente conocida como la Orden de los Clérigos Regulares, en compañía del obispo que luego se convirtió en el Papa Pablo IV, Juan Pedro Caraffa. El objetivo de esta organización era "renovar el clero, predicar la doctrina, cuidar a los enfermos y restaurar el uso frecuente de los sacramentos", y viajó por toda Italia predicando esos valores.

Uno de dichos lugares fue Venecia, donde encontró un compañero como Jerónimo Emiliani, quien desde el laicado desarrollaba labores similares a la de Cayetano ayudando a quienes más lo necesitaban. El oriundo de Vicenza le brindó su ayuda para crear una rama de los Clérigos Regulares, la Orden de los Padres Somascos.

El último sitio al que concurrió fue Nápoles, donde con su trabajo y amabilidad supo conquistar las almas de los napolitanos, quienes se volvieron devotos de toda su labor y creencia. Allí pasó sus últimos días, creyendo y defendiendo la misericordia de Dios, hasta que falleció a los 67 años por una enfermedad.

No fue hasta el 8 de octubre de 1629 que el papa Urbano VIII dio su beatificación, mientras que el 12 de abril de 1971 el Papa Clemente X lo declaró Santo en su canonización. En la actualidad son muchos los devotos que San Cayetano reúne no sólo en Italia sino en todo el mundo, donde a su vez se puede encontrar una basílica que lleva su nombre en cualquier rincón.

Cada año, el día 7 de agosto, fecha de su muerte, se conmemora el Día de San Cayetano, y miles de fieles se acercan a las iglesias que lo veneran para recordarlo, pedirle y agradecerle.