Caso Rupnik: preocupa al Vaticano la falta de procesos disciplinares

Caso Rupnik: preocupa al Vaticano la falta de procesos disciplinares

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores emitió un comunicado a raíz de la reapertura del caso, en el que elogia la decisión del Santo Padre de permitir un juicio canónico: “Es crucial, no sólo para las víctimas sino para toda la Iglesia".

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores, un organismo oficial de la Santa Sede, emitió un comunicado a raíz de la reapertura del caso que investiga al sacerdote Marko Ivan Rupnik, acusado de abusos sexuales y de conciencia contra adultos de ambos sexos.

La Sala de Prensa de la Santa anunció este viernes 27 de octubre que el Papa levantaba la prescripción y mandaba reabrir el caso. Ambas cosas fueron posibles gracias a la presión ejercida -como lo señala el mismo comunicado- precisamente por la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.

"Nos gustaría reconocer y aplaudir la valentía y el testimonio de todos aquellos que han sufrido abusos en la Iglesia y que se han quedado con las manos vacías cuando buscaban justicia", se lee en el texto.

"La decisión del Santo Padre de permitir que se lleve a cabo un juicio canónico en el caso Rupnik es crucial, no sólo para las víctimas sino para toda la Iglesia. Como Comisión, seguimos preocupados por los procesos disciplinarios de la Iglesia y sus insuficiencias. Seguiremos atentos para garantizar una adecuada administración de justicia", detalla.

El comunicado prosigue asegurando que "no hay lugar en el ministerio para aquellos que violaren tan profundamente a quienes están a su cuidado", por lo que se insta "a todos aquellos que ejercen cualquier forma de liderazgo a garantizar que nuestra Iglesia sea un lugar de acogida, comprensión y atención para todos, con preferencia por aquellos que están marginados en nuestra Iglesia".

"A medida que el Sínodo llega a su fin, repetimos el importante papel que debe desempeñar una cultura de salvaguardia en cualquier teología de ministerio, liderazgo o adoración. El núcleo del mandato de la Iglesia es brindar seguridad a todos, proteger a los vulnerables de cualquier cosa que los amenace y conducirlos a la plenitud de vida conocida a través de las propias promesas de Dios", prosigue el texto.

Por último, anima a construir una cultura de salvaguardia, que "lleva el Evangelio a la vida de las personas, brinda consuelo a quienes sufren y muestra a un mundo quebrantado la promesa de Dios de que todos serán salvados".

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