El postulador de la causa de beatificación de Carlo Acutis, Nicola Gori, explicó que el rostro que se observa en la tumba del “ciberapóstol” de la Eucaristía es una máscara de silicona.

“Lo que vemos no es el rostro real del joven, sino una máscara de silicona bien hecha que despierta asombro y reflexión”, señaló el postulador de la causa.

En una entrevista concedida a ACI, Nicola Gori reconoció que “ciertamente, se ha prestado mucha atención al cuerpo de Carlo y su estado de conservación”, y confirmó que “no podemos hablar de incorrupto, pero lo que vemos es verdaderamente a Carlo en sus restos mortales que, con su presencia, libera ese deseo de mirar a Cristo que fue el verdadero amigo de su vida”.

En esta línea, Gori destacó el interés que hubo “en abrir la tumba y exhibir los restos mortales para la veneración de los fieles”, y agregó que “la imagen de Carlo que parece dormir plácidamente nos habla a todos mucho más que mil palabras”.

Familiaridad con Dios

Al relatar qué ha aprendido sobre Carlo Acutis, el postulador de la causa destacó que al sumergirse en el conocimiento de este joven le abrió “un horizonte hasta entonces impensable, el de la santidad cotidiana”.

“Lo que aprendí de Carlo es la familiaridad con Dios y con todo lo relacionado con la dimensión de otro mundo. Para él, Jesús y María eran personas vivas y presentes a su lado. Él vivió con la certeza de estar dentro de una realidad que encuentra su inicio en este mundo, pero que se lanza con entusiasmo en la eternidad”.

En este sentido, Nicola Gori aseguró que “quien entre en contacto con este joven no puede permanecer indiferente” porque “recuerda a los cristianos que sean coherentes, que se conviertan en testigos del Resucitado” y “sacude la conciencia al llevar la Buena Noticia a otros”.

“Encontrar a Carlo es tener una experiencia de Dios, es salir de la normalidad y del frenesí de los compromisos y empezar a reflexionar, a repensar la vida. Esto es lo que Carlo despierta en todo el que se encuentra con él”, advirtió.

Sobre los preparativos de la beatificación que será en Asís el próximo 10 de octubre, el postulador de la causa destaca “la gente hace fila estos días para rezar ante su tumba en el Santuario de la Expoliación” que calificó como un “signo de una devoción que va más allá de los límites de nuestras regiones y se extiende a países incluso lejanos al nuestro”.

Sin embargo, Nicola Gori lamentó que a el COVID-19 “impidió una importante afluencia de peregrinos que hubieran querido participar en la beatificación”, pero añadió que “gracias a los nuevos medios de comunicación social, será posible seguir el rito y unirse a la Misa que se celebrará en la Basílica superior de San Francisco”.

Por último, el postulador de la causa recordó que “para proceder a la canonización se requiere el reconocimiento de un milagro atribuido a la intercesión del beato después del rito de beatificación o al menos durante el mismo”.

“Sabiendo cuánta gente reza y cómo Carlo responde a las solicitudes, estoy seguro de que pronto tendremos la alegría de ver algún milagro atribuido a la intercesión de este joven”, afirmó.