Cáritas Argentina: Cuatro de cada diez argentinos son pobres, y uno de cada diez pasa hambre cotidianamente

Cáritas Argentina: Cuatro de cada diez argentinos son pobres, y uno de cada diez pasa hambre cotidianamente

El organismo eclesial ha celebrado este fin de semana su colecta anual bajo el lema «Tu compromiso acorta distancias»

Cuatro de cada diez argentinos son pobres, y uno de cada diez pasa hambre cotidianamente. Lo dice Cáritas Argentina, que este fin de semana ha celebrado su colecta anual para tratar de revertir esta «grave situación».

La organización eclesial y el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (ODSA-UCA) detallan la cruda realidad del país en un informe titulado «Radiografía de la pobreza en la Argentina, ¡es urgente acortar distancias!». El trabajo fue presentadola pasada semana en la parroquia bonaerense de Santa María Madre del Pueblo por el obispo auxiliar de Buenos Aires Gustavo Carrara; el director ejecutivo de Cáritas nacional, Nicolás Meyer; el director de ODSA-UCA, Agustín Salvia; y la directora de Cáritas Laferrere, Rosa Garzón.

5.687 villas o barrios populares

El obispo Carrara dijo que el «núcleo duro de la pobreza» está en los barrios populares. En el país hay 5.687 villas o barrios populares, barrios de trabajadores que solo anhelan una tierra que cultivar, un techo bajo el que cobijarse y un trabajo para sostener a sus familias. «En estos últimos años la brecha se ha agigantado y han aumentado los pobres y los indigentes. (…) Nuestro país no va a ser dichoso si no se acorta esa brecha», apuntó el prelado, que es vicepresidente de Cáritas y referente de la Pastoral en las Villas de Emergencia.

Solo cuatro de cada diez argentinos en edad de trabajar tienen actualmente un trabajo digno, mientras que el 60% de la población activa ha de conformarse con un empleo precario, de indigencia, o está desempleado.

En esta misma línea, solo una de cada tres personas no conoce la pobreza, el resto se hallan inmersos en ella o lo han estado en los últimos tiempos. Se trata de personas pobres tanto en ingresos como en el acceso a derechos fundamentales como la educación, la salud o la vivienda. «Tenemos que dar respuestas estructurales a esto, políticas de desarrollo que atiendan los problemas urgentes de la gente a través de la educación, la salud, el empleo y el trabajo, y también políticas activas que atiendan la pobreza estructural», señala Agustín Salvia, corresponsable del trabajo.

Nicolás Meyer, por su parte, denuncia que «el sistema actual genera pobreza y exclusión» y que «hay que crecer en trabajos dignos, decentes, que disminuyan la brecha social». Rosa Garzón, por último, subraya que Cáritas no solo pone el foco «en lo alimentario», sino también «en la educación, mirando también al futuro».

Ayuda a cerca de 700.000 personas

Cáritas Argentina logró ayudar el año pasado a través de sus programas de desarrollo integral y asistencia alimentaria a casi 700.000 personas. La organización de la Iglesia, que en Argentina cuenta con más de 40.000 voluntarios, redobló esfuerzos para mantener comedores y merenderos durante la crisis sanitaria de la covid.

La colecta del año pasado fue un 73,3% superior a la del anterior. No obstante, el director ejecutivo de Cáritas advierte: «La pobreza y la indigencia se han ensañado con nuestros compatriotas. Los números hablan por sí solos y cada número tiene un rostro, una historia de sufrimiento y desesperanza que tenemos que revertir de manera urgente. Millones de familias viven en una situación dramática».

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