Cardenal Marx: «El comportamiento de Kirill es incomprensible e insoportable»

Cardenal Marx: «El comportamiento de Kirill es incomprensible e insoportable»

La Iglesia ortodoxa rusa califica de «absurdas» y «contraproducentes» las sanciones del Reino Unido al patriarca de Moscú

 

El arzobispo de Múnich y Frisinga, Reinhard Marx, ha lamentado el respaldo de la Iglesia ortodoxa rusa al gobierno de Vladimir Putin en la agresión a Ucrania. «El comportamiento de Kirill es incomprensible e insoportable: ¿cómo puede un hombre de Iglesia estar al lado de un agresor y bendecir la guerra y la violencia?», se pregunta Marx en una entrevista concedida este fin se semana al diario italiano La Stampa.

«Muchos fieles de la Iglesia ortodoxa rusa ya se han separado y se están uniendo a la Iglesia ortodoxa ucraniana. La posición de Kirill tiene enormes consecuencias dramáticas tanto desde el punto de vista político como ecuménico. Causan daño a toda la cristiandad», añade el purpurado alemán, miembro del Consejo de Cardenales y uno de los principales colaborades del Papa Francisco.

Desde que las tropas rusas cruzaron la frontera el pasado mes de febrero, los llamamientos al patriarca para que se desmarque del presidente ruso han sido continuos e infructuosos. Kirill, incluso, ni siquiera atendió a las cuantiosas voces que le solicitaron una mediación para conseguir un alto el fuego con motivo de la Pascua. En estos más de tres meses de guerra, líderes ortodoxos, católicos y anglicanos han denunciado reiteradamente su «nacionalismo religioso». Algunos miembros del Consejo Mundial de Iglesias han planteado la expulsión de la Iglesia ortodoxa rusa del organismo ecuménico. «Cuando una Iglesia apoya activamente una guerra de agresión, sin condenar las violaciones flagrantemente obvias de cualquier tipo de conducta ética en tiempos de guerra —dijo al respecto el exprimado anglicano Rowan Williams—, otras Iglesias tienen derecho a plantear este tema».

Sanciones del Reino Unido

Quien sí ha decidido ya sancionar al patriarca de Moscú ha sido el gobierno del Reino Unido, que este 16 de junio ha aprobado una nueva batería de medidas contra dirigentes relevantes del gobierno ruso. Londres ha decidido sancionar a Kirill por su destacado apoyo a la agresión militar en Ucrania. La Unión Europea barajó hacer lo mismo hace unas semanas en su sexto paquete de sanciones, pero finalmente desistió debido a la oposición a cualquier castigo por parte de la Hungría de Víctor Orban.

La Iglesia ortodoxa rusa ha quitado importancia a las sanciones al patriarca. «Los intentos de intimidar al líder de la Iglesia ortodoxa rusa con cualquier cosa u obligarlo a renunciar a sus puntos de vista son inútiles, absurdos y fútiles», ha dicho un portavoz del gobierno ruso. «La familia del patriarca sobrevivió durante años de persecución impía y él creció y se formó bajo una presión colosal sobre la fe, a la que siempre resistió con dignidad».

Para el portavoz, la Iglesia rusa es «el último puente, un canal de comunicación que se está arruinando por alguna razón», y esas medidas «tan absurdas y contraproducentes» no hacen más que «arruinar la comunicación ya rota entre la comunidad europea y Rusia».

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