Cardenal hace firme defensa de la libertad religiosa en Uruguay

Cardenal hace firme defensa de la libertad religiosa en Uruguay

El Arzobispo de Montevideo en Uruguay, Cardenal Daniel Sturla, defendió con firmeza la libertad religiosa ante la “mentalidad anacrónica” de algunos, que la consideran enemiga de la laicidad, en un país donde se vive un profundo proceso de secularización desde hace más de 100 años.

 

“El culto no es lo que yo hago en mi casa, encerrado en un cuarto del fondo prendiendo una velita, sino que es la manifestación pública de la fe religiosa de un pueblo”, sostuvo en una entrevista en el programa “Tendiendo Puentes” de Radio Oriental.

El Arzobispo de Montevideo explicó que “lo religioso de por sí es público, si hablamos de culto” y está fundamentado en el artículo 5 de la Constitución de Uruguay.

 

En ese sentido, “pareciera que se levantaran los muertos, es como una urticaria que a algunos uruguayos les da cuando la Iglesia se hace presente en el ámbito público, cuando esto es esencial a toda manifestación religiosa”.

Dio como ejemplo de esta mentalidad anacrónica la negativa de instalar una imagen de la Virgen María en La Ramblade Montevideo, y agregó que “si nosotros dijéramos que lo político tiene que quedar en el ámbito de la conciencia individual, esta afirmación sería una pavada, una ridiculez”.

“Esa pretensión del laicismo jacobino que hace 100 años tuvo su qué ver, la Iglesia era oficial, había que combatirla, etc.,  hoy por hoy es totalmente anacrónica”, recalcó.

Para el Cardenal Sturla, en Uruguay se dieron pasos “agigantados” hacia una laicidad entendida como “pluralidad que se expresa en el ámbito público, en el marco del respeto propio de la sociedad democrática”.

Sin embargo, “es una pena que aquellos que siguen defendiendo anacronismos de hace 100 años no se dan cuenta que están fuera de época”.

 

“En un ambiente plural y democrático, la Iglesia no tiene ninguna pretensión de hegemonía, ni de invasión, ni de nada y de cosas que se han dicho hasta ridículas, sino sencillamente de expresar su fe, su culto que es por definición algo público, y de poder ser un actor más en una sociedad plural”, afirmó el Cardenal Sturla.

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