El cardenal de La Habana espera que el "deshielo" entre EE.UU. y Cuba "se contagie al mundo entero"

"Durante años habíamos perdido la esperanza, pero la Historia está llena de sorpresas"

El cardenal arzobispo de San Cristóbal de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamino, aplaudió ayer en Roma el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos (EEUU) y Cuba y confió en que "el mensaje del deshielo" se contagie "al mundo entero".

"Durante años habíamos perdido la esperanza, pero la Historia está llena de sorpresas. El mensaje del deshielo entre EEUU y Cuba puede contagiarse al mundo entero", afirmó Ortega y Alamino.

El prelado pronunció estas palabras durante el discurso que ofreció a los fieles católicos que acudieron a la basílica romana de San Juan de Letrán para festejar la liturgia eucarística por el 47º aniversario de la fundación de la Comunidad de Sant'Egidio, un movimiento laico comprometido con la evangelización y la caridad.

Los embajadores de Cuba y Estados Unidos ante la Santa Sede coincidieron en la misa. El diplomático cubano Rodney Alejandro López Clemente y el estadounidense Kenneth F. Hackett estuvieron sentados en primera fila y escucharon juntos el oficio del arzobispo, que se refirió a ellos en la homilía.

Durante su alocución, Ortega y Alamino subrayó que gracias a la "extraordinaria iniciativa del papa Francisco", el pasado 17 de diciembre se produjo "el fin de un tiempo que parecía que no acabaría nunca".

"El muro de desconfianza que separaba EEUU y Cuba parecía indestructible. La historia se mantenía parada. Pero nada es imposible", abundó.

El arzobispo de La Habana concluyó su discurso insistiendo en que "la paciencia, el diálogo y la perseverancia" han dado como resultado "un tiempo nuevo para Cuba y EEUU, un tiempo de encuentro y diálogo", y se mostró esperanzado "por el futuro del pueblo cubano".

 

El papa Francisco desempeñó un papel fundamental en el proceso de normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba, tal y como reconocieron en diciembre los presidentes estadounidense, Barack Obama, y cubano, Raúl Castro, quienes agradecieron el apoyo del pontífice para facilitar el diálogo entre ambos países.

Tras más de cinco décadas de enemistad política, EEUU y Cuba iniciaron el camino hacia la reconciliación, después de que el Gobierno de Obama pusiera en libertad a tres espías cubanos del llamado grupo de "Los Cinco" que cumplían condena en el país a cambio de un oficial de inteligencia estadounidense que llevaba casi 20 años preso en Cuba.

La Habana puso también en libertad al contratista estadounidense Alan Gross, que había pasado cinco años preso en la isla.

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