Una encuesta revela que en Catalunya y el País Vasco -tradicionalmente católicas- los no religiosos -ateos. agnósticos y no creyentes- son por primera vez mayoría. En el país asiático los católicos pasaron de ser en 50 años de 450 mil a seis millones.
El mapa religioso, particularmente de la Iglesia católica, viene sufriendo en las últimas décadas una enorme transformación en el mundo. La tradicionalmente religiosa y cristiana Europa lo es cada vez menos, mientras que en otros continentes como África y algunos países de Asia el catolicismo está experimentando una vigorosa expansión.
Por caso, en España no sólo está disminuyendo el número de católicos, sino que Catalunya y el País Vasco por primera vez las personas no religiosas –ateas, agnósticos y no creyentes- son mayoría con un 51,3 % y 51 % respectivamente. A nivel nacional abarca al 41 % de la población, el mayor nivel de la historia.
En 1980 apenas el 8,5 % de la población española se declaraba no religiosa, lo que habla de la velocidad de la disminución de la religiosidad. Peor: si se mide la no religiosidad en la franja población de entre 35 y 44 años, supera el 50 %, según el informe de la Fundación Ferrer i Guardia. Los católicos son hoy el 54,2 %.
Como contrapartida, el catolicismo está teniendo un crecimiento exponencial en Corea del Sur, donde pasaron de ser 450 mil a casi seis millones en 2022, en un país en el que más de la mitad de la población, de 52 millones de habitantes, no profesa ninguna religión.
Pese a que es uno de los países con menor tasa de natalidad, el año pasado se bautizaron más de 41 personas. Además, en 2022 se
ordenaron 16 sacerdotes y 45 diáconos, a la vez que se vienen multiplicando los emprendimientos educativos y solidarios.
El Papa Francisco visitó Corea del Sur en 2014 y está previsto que en 2026 se realice en Seúl la próxima edición de la multitudinaria Jornada Mundial de la Juventud.
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