La belleza del diseño de Dios sobre el matrimonio al centro de la audiencia del Papa al Instituto Pontificio Juan Pablo II

La belleza del diseño de Dios sobre el matrimonio al centro de la audiencia del Papa al Instituto Pontificio Juan Pablo II

La mañana de este jueves con motivo de su nuevo Año académico, el Papa Francisco recibió en audiencia a la Comunidad Académica del Instituto Pontificio "Juan Pablo II" para Estudios sobre Matrimonio y Familia. La belleza del diseño de Dios sobre el matrimonio y la misericordia para con las familias heridas, los desafíos de las nuevas tecnologías y la desconcertante ideología de Género, fueron los temas afrontados.

Hoy en día “los lazos conyugales y familiares están sometidos a prueba de muchas maneras”: El Papa inició sus palabras reflexionando sobre la cultura actual “que exalta el individualismo narcisista, una concepción de la libertad desligada de la responsabilidad por el otro, el aumento de la indiferencia hacia el bien común, la imposición de ideologías que agreden directamente el proyecto familiar, como también el crecimiento de la pobreza que amenaza el futuro de tantas familias”.

“Luego se encuentran las cuestiones abiertas por el desarrollo de las nuevas tecnologías que hacen posible prácticas a veces en conflicto con la verdadera dignidad de la vida humana”. Cada vez más se impone el “yo” sobre el “nosotros”, el individuo sobre la sociedad.

Sin nombrar directamente a la ideología de Género, el Papa habló de la necesidad “de reconocer la diferencia como una riqueza y una promesa, no como un motivo de sujeción y de prevaricación. El reconocimiento de la dignidad del hombre y de la mujer comporta una valorización justa de su relación recíproca”.  

“Es imposible negar la aportación de la cultura moderna al descubrimiento de la dignidad de la diferencia sexual. Por esto, es también muy desconcertante constatar que ahora esta cultura aparezca como bloqueada por una tendencia a cancelar la diferencia en vez que resolver los problemas que la mortifican”.

El testimonio de la “belleza de la experiencia cristiana de la familia” – puntualizó luego el Papa – deberá por lo tanto inspirarnos aún más a fondo”; al mismo tiempo es necesario tener “gran compasión y misericordia por la vulnerabilidad y la falibilidad del amor entre los seres humanos”, pero sin resignarnos al fracaso humano, para sostener el rescate del diseño divino sobre la familia, “ícono de la alianza de Dios con la entera familia humana”.

“Es de hecho justo reconocer que a veces hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias así como son.  Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos despertado la confianza en la gracia, no ha hecho que el matrimonio sea más deseable y atrayente, sino todo lo contrario”.

Las dos citas sinodales sobre la familia – observó el Pontífice – han “manifestado la necesidad de ampliar la comprensión y el cuidado de la Iglesia frente a este misterio del amor humano en el que se abre camino el amor de Dios por todos”. En esto sentido, “el tema pastoral de hoy no es solamente aquel de la ‘lejanía’ de muchos del ideal y de la práctica de la verdad cristiana del matrimonio y de la familia; se vuelve aún más decisivo el tema de la ‘cercanía’ de la Iglesia”.

“Cercanía a las nuevas generaciones de esposos, para que la bendición de su lazo los convenza cada vez más y los acompañe, y cercanía a las situaciones de debilidad humana, para que la gracia pueda rescatarlos, reanimarlos y sanarlos. El lazo indisoluble de la Iglesia con sus hijos es el signo más transparente del amor fiel y misericordioso de Dios”.

Finalmente el Obispo de Roma recordó que “teología y pastoral van juntas”: “No nos olvidemos que también los buenos teólogos, como los buenos pastores, huelen a pueblo y a calle y, con su reflexión, vierten aceite y vino sobre las heridas de los hombres”.

“Una doctrina teológica que no se deja orientar y plasmar por la finalidad evangelizadora y por el cuidado pastoral de la Iglesia es tan impensable como una pastoral de la Iglesia que no sepa atesorar la revelación y su tradición en vista de una mayor inteligencia y transmisión de la fe”.

(RC-RV)

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