El Beato Romero en la California de San Junípero

 El Beato Romero en la California de San Junípero

Se dedican las primeras parroquias a la memoria del obispo salvadoreño en Estados Unidos, Perú, Argentina, Chile y Uruguay. 

por Alver Metalli

En la California del recién canonizado fray Junípero Serra pronto se levantará una nueva parroquia dedicada a monseñor Romero. Se llamará “Beato Oscar Romero”, formará parte de la diócesis de San Bernardino y será la primera de las 17.000 parroquias de Estados Unidos –y quizás del mundo entero- que llevará el nombre del obispo salvadoreño asesinado en 1980 y beatificado por el Papa Francisco en mayo de 2015. La nueva iglesia parroquial todavía es un proyecto y será edificada en un terreno vacío de 10 acres, aproximadamente 40.000 metros cuadrados. Pero en Estados Unidos las cosas se hacen con rapidez y ya está prevista la inauguración para el 29 de noviembre, el primer domingo de Adviento, cuando se conmemora la segunda venida del Hijo de Dios al final de los tiempos. Resultan interesantes las reacciones a la noticia de la futura parroquia y el templo dedicado al beato Romero. Un vocero de la iglesia local confió a los periodistas que la diócesis ha recibido una avalancha de llamadas telefónicas, e-mail y mensajes en Facebook después de hacer el anuncio. El sitio Super Martyrio afirma que muchas otras diócesis californianas están evaluando solicitudes de fieles salvadoreños para que se permita el culto a Romero en sus jurisdicciones. Sin embargo –aclara un funcionario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, contactado por Super Martyrio – el beato Romero todavía “no ha sido inscripto en ningún calendario particular”.

En América Latina, como era previsible, la figura de Romero adquiere peso e inspira iniciativas desde que se llevó a cabo la beatificación. En la ciudad de Rio Branco, Uruguay, una capilla de la parroquia de San Juan Bautista lleva su nombre, con la bendición del obispo de la provincia de Melo, Heriberto Bodeant, quien presidió la ceremonia de dedicación. En Santiago de Chile, en la parroquia de Cristo Evangelizador y Solidario, una capilla se llama Oscar Romero. Lo mismo ocurre en Perú, en la periferia de Lima, donde una pequeña iglesia de la parroquia El Señor de la Esperanza, de la Diócesis de Chosica está dedicada a Oscar Romero. En Argentina, en la villa miseria La Cárcova, en la periferia de Buenos Aires, se inauguró en julio la Escuela de Artes y Oficios “San Romero de América” para jóvenes. El párroco, el padre José María di Paola, relacionado desde hace muchos años con Jorge Bergoglio cuando recorría las villas de emergencia de la capital argentina, explica que la nueva institución traerá grandes beneficios para una población joven expuesta a la droga y a la violencia. En otra localidad argentina, Zárate, en el departamento de Campana, a sesenta kilómetros de Buenos Aires, un centro recreativo para jóvenes de la villa de emergencia cercana lleva el nombre del beato salvadoreño desde que comenzó a funcionar, a principios de 2014.

En la tierra de monseñor Oscar Arnulfo Romero, El Salvador, la Iglesia local acaba de promulgar revisiones litúrgicas que introducen el nombre del nuevo beato entre los antiguos mártires y santos citados durante las oraciones eucarísticas, en el cánon de las misas que se celebran en el país.

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