Por Julieta Villar

El Prelado expresó: “Somos un pueblo, una comunidad, una familia, cada uno con su manera de ser y pensar, pero no significa que debamos estar divididos”.

En esa línea, llamó a “vivir en unidad”, e insistió: “No se dividan, no se peleen entre ustedes, porque eso no les va a ayudar”.

“Pueblo de Bolivia, pueblo de Santa Cruz, les exhorto a que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones, que vivan en perfecta armonía, que tengan un mismo sentir”, llamó el Prelado, recordando las palabras de San Pablo a los Corintios.

En referencia al Domingo que el Papa dedicó a la Palabra, recordó que “la Palabra de Dios es luz que ilumina nuestra vida, nuestro camino, nos hace salir de las tinieblas”.

“Cristo no está dividido”, resaltó, y consideró que “cuando hay esa intención de división, es cuando se empieza a buscar grupos donde refugiarse”.

“La división que tenemos hoy en día va por ahí”, observó el Arzobispo: “Cada uno defiende su grupo, defiende su líder”.

Al igual que las divisiones que veía Pablo, “la división que tenemos hoy en día también va por ahí: Yo soy de este grupo, yo soy del otro, nuestro líder es este, el líder de ustedes es el otro”, comparó.

En esa línea, advirtió que hoy en día “aquel que piensa diferente ya no es nuestro”, y por tanto, “hay que hacerle la vida imposible”.

Por otra parte, el Prelado advirtió sobre aquellos que caminan en las tinieblas: “Aquel que hace las cosas en las tinieblas siempre está haciendo las cosas mal. No quiere que se sepa lo que hace”.

“El Evangelio nos habla de que hay que caminar en la luz, dejando a un lado las tinieblas”, señaló.

“Hay un Dios que nos quiere, nos ama y nos llama a la conversión cada día”, afirmó.