“Los rabinos dicen que la única forma de salvarse es estudiar Torá, hacer jésed (actos de bondad), tefilá (rezar) y mitzvot (cumplir preceptos) y leer tehilim (salmos), sin majlóket -disputas entre los iehudim (judíos)-”, explicó Abraham Leib Berenstein (foto), un argentino que vive allí hace unos 13 años, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).

“Al principio viví en Ierushalaim y ahora estoy a una hora de allí, en Bnei Brak, y los momentos más difíciles en todos estos años fueran la Guerra (de Gaza) de hace un año y pico, con misiles todos los días, y ahora, que es algo que no se puede explicar con la lógica, con atentados y asesinatos lamentablemente diarios desde finales de Sucot”, reseñó.

“A pesar de todos los problemas, en Israel uno siempre vivió muy seguro, más que en muchas partes del mundo, pero últimamente, cuando uno sale mira para acá y para allá, presta atención y si ve a algún árabe en una actitud sospechosa, tiene que llamar enseguida a la policía porque podés llegar a salvar una vida”, contó el autor de tres libros: Más dulces que la miel, 180 grados y Casualidad o causalidad.

“Fui con los chicos a un parque muy conocido en Petaj Tikva, a cinco minutos de mi casa, y al otro día hubo un atentado en el norte (de esa ciudad); otra vez mataron a una pareja en un auto y atrás había cuatro chicos a quienes no asesinaron porque un terrorista le disparó accidentalmente a otro en la mano”, ejemplificó. 

“Los sabios dicen que hay muchas profecías en el Tanaj (Biblia hebrea) de que en los últimos días antes de que venga el Mashíaj (Mesías), que estamos esperando hace casi 2.000 años, va a haber problemas en Ierushalaim y todos los pueblos van a estar en contra de Israel, como está pasando en las Naciones Unidas y hoy, que están asesinando a sangre fría a padres y chicos judíos, incluso adolescentes árabes”, comparó Berenstein.

“En la Guemará, en (el tratado) Sanhedrín 98b, está escrito que la venida del Mashíaj será como un parto, ya que los momentos más duros y difíciles para la mujer son justo antes de que salga el bebé”, citó.

Si bien dice no estar involucrado en política, el argentino opinó que “la situación ya se le fue totalmente de las manos al gobierno, que generalmente ataca a los terroristas y trata de poner seguridad, pero eso no da resultado”. 

“Es muy difícil: alrededor del 20 por ciento de las 8 millones de personas que viven en Israel son árabes…”, concedió.