San Antonio Abad, los animales y la leyenda del cerdito

San Antonio Abad, los animales y la leyenda del cerdito

El 17 de enero, en todas las iglesias dedicadas al santo se llevan los animales domésticos y de granjas para bendecirlos

 

Cuando vemos una imagen de san Antonio Abad, comúnmente viene representado como un hombre anciano de barba larga, vestimentas pobre, lleva en su mano un bastón a forma de T o en cruz, donde cuelga una campanita.

Pero quizás lo más curioso es que siempre lo acompaña un cerdito, o algunos animales, porque es el protector de los animales, pero el cerdito siempre esta y tiene una razón bastante curiosa.

La representación en las imágenes de san Antonio

El santo fue un ermitaño egipcio que vivió alrededor del siglo IV d.C. y es el precursor del monaquismo cristiano, por eso lleva vestimenta pobre. Su bastón si es en T como la Tau, representa la cruz de Cristo, y cuelga una campanita que es asociada al cerdito.

¿Por qué un cerdito?

Este animal en la imagen del santo ha dado a lugar a muchas interpretaciones a través de los años. Una de ellas es que el demonio que solía tentar Antonio en su soledad, un día se presentó en forma de cerdito.

Pero el demonio no solo se presentaba con la semblanza de un cerdo, también en forma de león, cabra, perros enormes y hasta un centauro.

Lo más seguro es que la representación del cerdo en sus imágenes, nació más tarde cuando nacieron muchas iglesias, oratorios y hospitales dedicados a san Antonio Abad.

Era muy invocado contra la peste, las enfermedades contagiosas y la llamada “fuego de san Antonio” (herpes zoster).

Aquellos que eran aquejados por este mal, se dirigían a la abadía de Saint-Antoine del Viennois, dónde se encuentran sus reliquias. Eran tantos enfermos que se tuvo que edificar un hospital, sostenido por los religiosos.

Para asegurar el mantenimiento del hospital y la subsistencia de los enfermos, criaban cerdos que lo dejaban libres para que la gente del pueblo los alimentara y llevaban una campanita al cuello para reconocerlos.

Entre leyendas y tradiciones

Es así como nace la leyenda del cerdo de san Antonio, que no servía solo para alimentar a los enfermos del hospital, sino también con el graso se fabricaba un ungüento para curar las llagas del Herpes zoster.

En Occidente es invocado como protector de los animales, y según dicen es capaz de encontrar cosas perdidas. Sobre esto hay varios dichos regionales. «San Antonio de la barba blanca, déjame encontrar lo que me falta». «San Antonio de terciopelo, déjame encontrar lo que he perdido».

En Italia para su día, el 17 de enero, en todas las iglesias dedicada al santo se llevan los animales domésticos y de granjas para bendecirlos.

Y no solo se bendicen los animales, también los autos, esta tradición surgió cuando se empezó a llevar a los animales en los vehículos agrícolas, se bendecían también sus trasportes y más tarde también el vehículo de la familia.

También el Vaticano se une a esta legendaria tradición, y para su día la plaza se llena de animales, y las Fuerzas Armadas Italiana, se viste de fiesta llevando sus caballos a bendecir.

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