Por: Paco Cobos.     

Nosotros no comerciamos con un Estado genocida”, decía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en referencia a Israel el pasado 14 de mayo en el Congreso asumiendo los dogmas y las denominaciones de la extrema izquierda para atacar al Estado israelí. El comentario, en respuesta al portavoz de ERC Gabriel Rufián, culminaba un proceso de degradación del que el Ejecutivo ha ido llevando a cabo desde que se iniciara el conflicto con Hamás.

Ahora, el Gobierno del líder socialista ha reconocido un incremento de los ataques antisemitas en España y los ha achacado —como si las palabras de los líderes políticos no influyeran en la población— a la “extrema derecha”. Todo ello, haciendo referencia al incremento de ataques antisemitas que señala el Observatorio del Antisemitismo en España, que, paradójicamente, apunta hacia la izquierda como responsable del incremento del antisemitismo desde la masacre llevada a cabo por Hamás el 7 de octubre de 2023.

Así, el observatorio recerda en su último informe que el mismo día que se cometió el atentado, la diputada de Sumar Tes Sidi mostró su apoyo en X a “los pueblos y su derecho a la libre determinación” alineándose con “los palestinos”. De la misma forma, la ahora ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, también señaló el “derecho de Palestina a resistir”. El mismo 8 de octubre de ese mismo año se registró una pintada antisemita en una sinagoga en Madrid.

De hecho, el Observatorio concluye que “los actos antisemitas resurgieron con fuerza –tras los atentados del 7 de octubre—, pues en tan solo 2 meses y medio se multiplicaron por cuatro en relación con los incidentes registrados en los más de 9 meses anteriores”. Sin embargo, la guía realizada por el Ministerio del Interior y el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que pretende concienciar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de las costumbres de la comunidad judía y del antisemitismo muestra su preocupación por los ataques antisemitas que concuerden con ideología de “extrema derecha”, mientras que no menciona las consecuencias del conflicto en Gaza.

La conmemoración del holocausto

“Esto manifiesta la necesidad de aumentar la prevención en lugares donde puedan cometerse delitos contra las personas y/o propiedades (cementerios judíos, restaurantes kosher, sinagogas…), prestando especial atención a las fechas cuando se produce el ataque (conmemoración del holocausto, fechas significativas para grupos radicalizados de extrema derecha)”, asegura el escrito.

Asimismo, esta guía realiza una labor de concienciación de las costumbres de la comunidad judía, como las diferentes corrientes que existen dentro del judaísmo, sus elementos religiosos y formas de realizar contacto: “Los judíos ortodoxos no dan la mano al sexo opuesto, cualquier gesto de este tipo no se tomará como ofensa alguna, sin embargo, será rechazado educadamente”.

Además, el documento explica que los delitos de odio antisemitas que más se dan en España y, en concreto, en los últimos años son las amenazas, daños y conductas de actos racistas o xenófobos en el deporte y aquellos que se dan por internet: “Amenazas, incitación pública al odio, amenazas a grupo étnico, cultural o religioso y acoso contra la libertad de las personas”. Cabría preguntarse algunas de las declaraciones de los representantes políticos de la izquierda pueden llegar a ser considerados como incitación pública al odio.