«No al antisemitismo en Europa y a la violencia contra los cristianos»

«No al antisemitismo en Europa y a la violencia contra los cristianos»

Francisco lo dijo durante la audiencia a los rabinos europeos, en la que recordó a Toaff: hombre de paz y diálogo, que recibió a Juan Pablo II en la Sinagoga de roma

Papa Francisco condenó las «tendencias antisemitas» todavía presentes en Europa y las «manifestaciones de odio y de violencia en contra de los cristianos y en contra de los fieles de otras religiones», durante la audiencia que concedió, por primera vez, a la Conference of European Rabbis. Fue la ocasión para que Jorge Mario Bergoglio recordara al recién fallecido Elio Toaff, rabino de la comunidad judía de Roma de 1951 a 2001, «hombre de paz y de diálogo, que acogió al Papa Juan Pablo II en la histórica visita al Templo Mayor», en 1986.El Papa se dijo «particularmente feliz y agradecido» por recibir a los treinta miembros de la delegación de la conferencia de rabinos europeos, guiada por Pinchas Goldschmidt, «porque esta es la primera visita que su organización hace a Roma para encontrarse con el Sucesor de Pedro».El diálogo entre la Iglesia católica y las comunidades judías, dijo el Papa, «procede desde hace ya medio siglo de manera sistemática. El próximo 28 de octubre celebraremos el cincuenta aniversario de la Declaración conciliar ‘Nostra aetate’, que todavía representa el punto de referencia de cualquiera de nuestros esfuerzos en esta dirección. Agradeciendo al Señor, recordemos estos años alegrándonos por los progresos que hemos hecho y por la amistad que, mientras tanto, ha ido creciendo entre nosotros». Francisco también subrayó que «hoy, en Europa, es cuanto más importante dar relieve a la dimensión espiritual y religiosa de la vida humana. En una sociedad cada vez más marcada por el secularismo y amenazada por el ateísmo, se corre el riesgo de vivir como si Dios no existiera. El hombre a menudo tiene la tentación de ponerse en lugar de Dios, de considerarse el criterio de todo, de pensar que puede controlar todas las cosas, de sentirse autorizado a usar todo lo que lo rodea según el propio arbitrio. Es muy importante, por el contrario, recordar que nuestra vida es don de Dios, y que a Dios debemos encomendarnos, confiar en Él y dirigirnos a Él siempre. Judíos y cristianos tienen el don y la responsabilidad de contribuir para mantener vivo el sentido religioso de los hombres de hoy y de nuestra sociedad, ofreciendo el testimonio de la santidad de Dios y de la vida humana: Dios es santo, y santa e inviolable es la vida por Él donada».Jorge Mario Bergoglio prosiguió: «Preocupan actualmente en Europa las tendencias antisemitas y algunos actos de odio y de violencia. Cada cristiano no puede más que ser firme al deplorar cualquier forma de antisemitismo, manifestando al pueblo judío la propia solidaridad», dijo citando la «Nostra aetate». Hace poco, recordó el Papa, se conmemoró el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, en donde se consumó la gran tragedia de la Shoah. La memoria de lo que sucedió entonces está presente en el corazón de Europa y debe servir como advertencia para las presentes y futuras generaciones. «También -expresó- hay que condenar todas las manifestaciones de odio y violencia en contra de los cristianos y en contra de los fieles de otras religiones». Después de la acostumbrada petición «no se olviden de rezar por mí», el Papa concluyó con despidiéndose con las palabras «shalom alechem».Jorge Mario Bergoglio comenzó su discurso recordando al rabino Toaff: «expreso mi sentido pésame por la desaparición, ayer por la tarde, del Rabino Elio Toaff, Rabino jefe de Roma. Estoy cerca con la oración del Rabino jefe Riccardo Segni, que habría debido estar aquí con nosotros, y de la entera comunidad judía de Roma, en el recuerdo de este hombre de paz y de diálogo, que cogió al Papa Juan Pablo II en la histórica visita al Templo Mayor».

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