El 19 de abril de 2005, tras de la muerte de Juan Pablo II, fue elegido después del cuarto escrutinio, Joseph Ratzinger, quien eligió llamarse Benedicto XVI.

Esa tarde la Plaza de San Pedro estaba llena de fieles y peregrinos que desde hace algunos días se habían congregado allí para despedir al Papa Wojty?a, pastor de la Iglesia durante 26 años, 5 meses y 17 días. A las 5.56 de la tarde se vio el humo blanco de la Capilla Sixtina, los cardenales reunidos desde hace dos días en cónclave eligieron al 265 Sucesor de Pedro. El sonido de las campanas de la basílica de San Pedro anunciaron que la Iglesia estaba de fiesta por la elección de aquel que guiará la Barca de Pedro. “Habemus Papam”.

El elegido fue el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. En la Audiencia General del 27 de abril de 2005, explicó las razones de la elección de su nombre, subrayando la valentía de Benedicto XV durante los tiempos de la guerra y su compromiso por la paz, pero también admitió haber considerado la figura de San Benito de Norcia, copatrono de Europa, gran “Patriarca de la vida monástica occidental”.

En su primer discurso como Papa, Benedicto XVI se definió como “un simple y humilde trabajador de la viña del Señor”, dice de confiar en el Señor que sabe “actuar también con instrumentos insuficientes”, pidiendo oraciones a los fieles. "El hecho de que el Señor sepa trabajar y actuar también con instrumentos insuficientes me consuela y sobre todo me encomiendo a sus plegarias, en la alegría de Cristo resucitado, confiando en Su ayuda constante", expresó desde el balcón.

Su renuncia en 2013

Fue en una sorprendente e histórica decisión cuando el 11 de febrero de 2013, el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia al pontificado. A punto de cumplir 86 años “no tenía fuerzas para ejercer de forma adecuada el ministerio petrino”. Ese día señaló además que desde el 28 de febrero de 2013, a partir de las 8:00 p.m. (hora de Roma), la sede de Pedro quedaría vacante.

95 años “con la fragilidad propia de esta edad”

Respecto al actual estado de salud de Benedicto XVI, el arzobispo Gänswein reveló recientemente al semanario italiano "Oggi" que "se encuentra débil físicamente pero su mente funciona muy bien". Añade además que sigue metódicamente sus costumbres habituales y que necesita reposar con más frecuencia: “por la mañana concelebra la misa a las 7.30 y después escucha música en el sofá". No sería de extrañar que el Papa Francisco le haya regalado algún disco o CD de música clásica, una afición compartida por los dos.

Otra de las costumbres que Benedicto XVI ha recobrado con la llegada del buen tiempo han sido los paseos por los Jardines Vaticanos, siempre bien abrigado y en silla de ruedas como se pudo comprobar en una de las últimas fotos publicada con fecha 31 de enero en donde se le ve con un abrigo y bufanda blanca sentado en un banco de los jardines del Vaticano. En febrero, otra revista publicó otras imágenes desde cierta distancia en las que también se le veía en silla de ruedas, envuelto en una manta al sol con un sombrero de color claro dentro del patio de su residencia.

El último “achaque” conocido que causó mayor preocupación tuvo lugar en 2020. Se le diagnosticó un herpes en la cara "doloroso pero no grave".