El Profeta Muhammad (PB) es un ejemplo para nosotros en todo, incluida la nutrición. Al seguir la tradición profética, obtenemos muchos beneficios.
El Profeta Muhammad (PB) es un ejemplo para los musulmanes en todos los aspectos de la vida, incluida la alimentación y la nutrición. Seguir su tradición en la comida no solo aporta beneficios físicos, sino también espirituales. Estos alimentos recomendados por el Mensajero de Dios (PB) forman parte de la sunnah y ofrecen bendiciones tanto en esta vida como en la eterna.
Alimentos de la sunnah: nutrición y espiritualidad
El Sagrado Corán y los hadices mencionan ciertos alimentos que eran habituales en la dieta del Profeta Muhammad (PB). Estos no solo aportan salud, sino que también son recordatorios de la sencillez, la gratitud y la moderación. A continuación, presentamos 10 de los alimentos favoritos del Profeta (PB) y sus beneficios.
1. Melón
El melón es una fruta refrescante y valiosa. Aisha (que Dios esté complacido con ella) narró: “El Profeta (PB) comió melón con dátiles y dijo: ‘Neutralizamos el calor de estos (dátiles) con el frescor de aquel (melón)’”. (Abu Daud y Tirmidhi)
2. Uvas
Las uvas son un depósito natural de vitaminas y minerales, con un alto contenido de glucosa (20-25%) que proporciona energía rápida. El Corán dice: “Y producimos para vosotros jardines de palmeras datileras y viñedos en los que tenéis frutos abundantes de los cuales coméis” (23:19).
3. Granada
La granada, rica en antioxidantes, aparece en el Corán: “En ambos, frutales y palmeras datileras y granados” (55:68). Ali (que Dios esté complacido con él) dijo: “Come granada con la piel, porque realmente tiene un efecto beneficioso sobre el estómago” (Imam Ahmad).
4. Higos
Los higos destacan por su alto contenido en fibra. Dios mismo jura por ellos en el Corán: “¡Por la higuera y el olivo!” (95:1). Son considerados una de las frutas más nutritivas mencionadas en la Revelación.
5. Miel
La miel es un alimento curativo mencionado en el Corán: “De su vientre sale una bebida de diferentes colores en la que hay una cura para la gente” (16:68-69). Es conocida por fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y ser remedio contra múltiples dolencias.
6. Leche
La leche era la bebida preferida del Profeta (PB). Narró Tariq ibn Shihab: “El Profeta dijo: ‘Dios no creó una dolencia sin haber creado su cura. Bebed la leche de las vacas, pues es medicina’” (Abu Daud, Tirmidhi, Ibn Maya). El Profeta también dijo: “Conservad las vacas: su leche es medicina, su grasa es cura y su carne es enfermedad” (At Tabarani).
7. Aceite de oliva
El aceite de oliva es considerado un alimento bendito. El Profeta (PB) dijo: “Toma aceite de oliva y úntate con él, porque proviene de un árbol bendecido” (Ahmad, Tirmidhi, Al Hakim). Es beneficioso para el corazón, la circulación y la prevención de enfermedades.
8. Vinagre
El vinagre mejora la digestión, previene infecciones intestinales y fortalece el metabolismo. Aisha (que Dios esté complacido con ella) narró: “¡Vinagre! ¡El mejor condimento!” (Muslim, 1051).
9. Dátiles
Los dátiles son uno de los alimentos más mencionados en el Corán (más de 20 veces). Son fuente de energía y muy recomendados para embarazadas. El Profeta (PB) dijo: “Si no puedes dar a una mujer embarazada dátiles frescos, entonces dáselos secos, porque no hay un árbol más beneficioso para una mujer que la palmera datilera” (Umdat al Kari, 21:68).
10. Cebada
La cebada, consumida en forma de talbina (sopa de cebada), era muy apreciada por el Profeta (PB). Dijo: “Sed constantes en el uso de la talbina, pues limpia el estómago como el agua limpia la suciedad de las manos” (Ibn Maya). Aisha (que Dios esté complacido con ella) narró que “la talbina calma el corazón del paciente y alivia la pena” (Bujari y Muslim).
El valor de la alimentación profética en la vida actual
Estos diez alimentos no son solo parte de la dieta del Profeta Muhammad (PB), sino que representan un modelo de nutrición equilibrada, sencilla y beneficiosa. Incorporarlos a nuestra vida no significa únicamente seguir una tradición, sino también cuidar la salud física y espiritual, recordando siempre que la moderación es una enseñanza central en el Islam.
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