El 14 de octubre de 2022, a las 13:24, la multitud se reunió en la explanada de la mezquita central de Colonia para escuchar resonar la voz del imán Kader: durante varios minutos, haciendo el llamado a la oración, pero a un volumen limitado, no más de 60 decibelios.

En Colonia, Zekeriya Altug, uno de los líderes de la comunidad musulmana, intentó tranquilizar las cosas: de ninguna manera se trata de "ser escuchado en todo el barrio o perturbar la vida cotidiana de la gente, simplemente es permitir que los musulmanes vivan su religión", precisó.

Para la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, que defiende el llamado del muecín a la oración, el objetivo es "reflejar la diversidad de la ciudad y establecer un diálogo": un irenismo que hace rechinar los dientes al partido Alternativa para Alemania, que retomó el tema en las redes sociales, movilizando al 56% de los alemanes que aún se oponen a la idea de que "el islam es parte de Alemania".

El islam, que cuenta con entre 4.5 y 6 millones de seguidores en Alemania, se ha beneficiado de una decisión del tribunal constitucional alemán que ahora autoriza, de manera general, el llamado a la oración en todo el territorio, informó Fsspx.news