El sacerdote mexicano Alejandro Solalindedijo que al papa Francisco, quien visitará México en febrero de 2016, "se le tiene que decir la verdad" sobre la situación que viven los migrantes en este país.

"Es un momento coyuntural muy fuerte, al papa no se le puede mentir, se le tiene que decir la verdad, se le tienen que hacer llegar todos estos testimonios terribles", dijo Solalinde en una conferencia de prensa en la capital mexicana.

La violencia hacia los "migrantes en México no ha parado, faltan pocos meses para que venga el papa ¿los obispos de México se van a atrever a decirle la verdad? o le van decir que el Instituto Nacional de Migración (INM) es una maravilla", preguntó.

Cada año miles de indocumentados, en su mayoría centroamericanos, intentan cruzar a EE.UU. en busca de mejores oportunidades de vida, pero durante su travesía por México enfrentan el riesgo de caer en manos del crimen organizado o de autoridades corruptas.

Solalinde lamentó que en la agenda no se haya abierto un espacio para que el pontífice se entrevistara con los familiares de los desaparecidos en México, que superan los 26.000, de acuerdo con cifras oficiales.

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira, consideró hoy "muy difícil" que Francisco pueda sostener un encuentro privado con los familiares de los desaparecidos, ya que tiene una agenda "muy intensa".

Consideró que "probablemente" el momento del encuentro sea la misa que se celebrará en la norteña Ciudad Juárez, donde el pontífice hablará de migración y ofrecerá un mensaje a "quienes han sido víctimas de alguna forma de violencia".

Si esa reunión no se ha incluido en el programa de la visita al país es para que Francisco no se entere del "tremendo cáncer que tenemos en México, con personas desaparecidas, sobre todo migrantes y también locales, entonces ¿qué clase de agenda es?", preguntó.

El defensor de los inmigrantes recordó que los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 intentaron entrevistarse con el papa durante su reciente visita a EE.UU., pero no lo consiguieron.

"Ahora que viene a México, los pastores deberían estar preocupados primero por el reino de Dios y su justicia, como lo dice Jesús, pero están más preocupados por una liturgia masiva donde el papa no va escuchar a nadie y le van aplaudir mucho", señaló.

Sin embargo, dijo, nadie podrá controlar la conciencia del papa, quien "está bien informado y seguramente va ser inevitable que él exprese cosas a favor de la justicia".

Solalinde indicó que la visita "definirá qué parte del Episcopado mexicano está con él, con el evangelio, los pobres y la justicia, y quién no, quién quiere seguir viviendo de privilegios y en un estatus cómodo".

El papa llegará el 12 de febrero a la capital mexicana, donde oficiará una misa en la basílica de Guadalupe, y luego recorrerá los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua, donde cerrará la visita el 17 de febrero en Ciudad Juárez, fronteriza con EE.UU.