Entre esos millones de fieles que siguieron al Pontífice durante su estadía en Paraguay, están esas personas que prefirieron vivir esa fiesta religiosa de otra forma: sirviendo.

A través de las historias que nos enviaron nuestros lectores, resalta por la entrega la de un grupo de médicos voluntarios, quienes hicieron servicio por 12 horas desafiando al cansancio y poniendo el máximo empeño a cada una de las personas a quienes atendieron en medio del lodazal del Ñu Guasu.

La Dra. Diana Aquino de Candia nos cuenta que sirvieron el día domingo desde las 2:00 hasta las 14:00, armados con lo esencial para cumplir con su labor y con algo más: caramelos, chocolates y barritas de cereal. “Todos en su gran mayoría son especialistas y vinieron de todos los rincones del país. Pediatras, clínicos, cardiólogos, y los medicamentos con que contábamos fueron donados por una farmacia”, relató.

Gracias a ellos, muchos fieles pudieron ponerse otra vez de pie, sobreponerse del mal momento y así poder presenciar aquel histórico encuentro con el líder de la iglesia católica.

TAMBIÉN LOS SCOUTS

Los Boy Scouts tampoco faltaron a la cita, y fieles a su espíritu de servicio, aportaron su granito de arena. Pedro Recalde, de la Agrupación número 44 San Cristóbal de los Boy Scouts del Paraguay, nos cuenta que trabajaron especialmente en el día de la llegada del papa Francisco.

“La satisfacción más grande fue la de ayudar a compatriotas y extranjeros a salir de la gran cantidad de lodo en Ñu Guasu, que no fue obstáculo para ir a escuchar al Mensajero de la Alegría y la Paz.

Emocionado, contó que el momento más emotivo fue cuando llegaba el Papa al Altar, a bordo del papamóvil “donde uno de nuestros jefes, Giovanni Soares, le pasa un pañuelo nacional scout y que con tanta fuerza lo agarra con una mano”, lo que quedó inmortalizado en video.

UN GRAN GESTO POLICIAL

José Ortega, quien viajó desde Yjhovy, departamento de Canindeyú para estar presente en la misa del papa Francisco en Ñu Guasu, comentó que fue testigo de una acción muy emotiva, que sucedió a pocos metros de donde se hallaba ubicado ese domingo.

“Un niño en brazos de su cansada madre quería mucho ya que el Papa viniera”, cuenta. Ante esta ansiedad del pequeño “se le acerca un agente policial, que lo toma en brazos y le muestra que el papa francisco ya se ubicaba en su papamóvil para la entrada en Ñu Guasu”, expresó.

“Me pareció un gesto muy bueno que a pesar de su notable cansancio fuera a mostrar atención a un niño”, valoró José Ortega.