El primer viaje apostólico del Papa Francisco a Africa se realizará del 27 al 29 de noviembre y los países que visitará son Uganda y República Centroafricana. Así surge de la agenda de Jorge Bergoglio preparada por la prefectura de la Casa Pontificia. El viaje a Africa había sido anunciado por el propio pontífice hace algunos días, pero aún no se habían indicado las fechas

De la agenda surge también que durante julio el Papa no hará audiencias generales.

Días atrás, Francisco dijo: “Si Dios quiere estaré en África en el mes de noviembre en la República Centroafricana y luego en Uganda (con ocasión de la celebración de los mártires, Carlos Lwanga y compañeros). Queda como posibilidad, todavía no es seguro, porque hay problemas en la organización, el ir a Kenia”. El Papa hizo este anuncio el viernes pasado, en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, al conducir la meditación del tema: "Transformados por el amor y para el amor" en ocasión del 3º Retiro Mundial de Sacerdotes.

En su reflexión, el Pontífice dijo que existen problemas en las vocaciones en África, y luego ha puesto el ejemplo de Corea para pedir que se le de lugar a los laicos catequistas. “Lo hacen muy bien porque son gente del pueblo”.

“África es un lugar para despojar”, denunciaba el Papa, denunciando a las potencias que buscan allí oro, mentales, maderas o materias primas. De igual modo el Papa pedía que Europa invierta en África para que la gente no tenga que salir del país. El Papa ha exhortado al diálogo sin las ideologías que vienen de fuera de África, en referencia al fundamentalismo, y denunció la islamización arábica en África, en la que anteriormente había un Islam en relación de hermandad con los cristianos y otras religiones. Asimismo, solicitaba que "en África la Iglesia no puede descuidar la catequesis, los hospitales y las escuelas".

Los obispos de Uganda han invitado al Pontífice a las celebraciones por el 50 aniversario de la canonización de los mártires de Uganda.  Los 22 mártires de Uganda, que fueron asesinados por negarse a retractarse de su fe, fueron canonizados el 18 de octubre de 1964 por el Papa Pablo VI en la Basílica de San Pedro.