Lo anunció Henry Allup, ex jefe del Congreso. No dio detalles. Hoy hay una marcha opositora.
El ex presidente del Congreso venezolano, Henry Ramos Allup, anunció hoy que dos representantes del gobierno y dos de la oposición se reunirán en los próximos días con el Papa en el Vaticano. La intención opositora es reencauzar el diálogo congelado entre ambas partes, aunque sin dejar de lado su reclamo de convocatoria urgente a elecciones anticipadas, algo que el chavismo rechaza.
El anuncio -sobre el que Allup no dio más precisiones- se produce horas antes de que la oposición marche mañana en Caracas y en otras importantes ciudades del país para exigir al gobierno que llame a elecciones nacionales.
En diciembre deberían haberse elegido los gobernadores y alcaldes y los sondeos anticipan una sonora derrota del oficialismo, en medio de una fenomenal crisis social y económica. La semana pasada, el número dos del régimen, Diosdado Cabello, rehusó que el chavismo esté dispuesto a acceder a ese pedido. “Las urnas están guardadas”, sostuvo el ex titular de la Asamblea Nacional y líder del sector más intransigente del chavismo.
Al hacer su anuncio, Ramos Allup -uno de los líderes más importantes de la oposición- afirmó que era necesaria la presión de la calle para lograr que se realicen las elecciones. El sábado, los mediadores entre el Gobierno y la oposición entregaron a la opositora Mesa de Unidad Democrática una propuesta para reactivar las conversaciones, congeladas desde diciembre pasado.
La propuesta había sido entregada el jueves al presidente Nicolás Maduro en la reunión que éste sostuvo con el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, el nuncio apostólico Aldo Giordano y los ex presidentes de Republicana Dominicana, Leonel Fernández; de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Panamá, Martín Torrijos. Antes, los facilitadores visitaron la Asamblea Nacional, donde fueron recibidos por la directiva que prestó juramento el 5 de enero y que el gobierno desconoce por considerarla “inconstitucional”.
La directiva, encabezada por el presidente Julio Borges, reclamó a los mediadores que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique el cronograma electoral para 2017, que prevé los comicios de gobernadores y alcaldes, pero que todavía no han sido convocados por el gobierno.
El proceso sufrió un retroceso la semana pasada cuando el representante enviado por el Papa Francisco, monseñor Claudio María Celli, renunció a su tarea y regresó a Roma. Celli es un experimentado diplomático que ha estado encargado por Francisco de tejer acuerdos para un acercamiento con el gobierno comunista de China.
Quienes siguen el caso consideraron el hecho como un revés para el Papa, quien había apostado al diálogo tras recibir al presidente Maduro en el Vaticano. Fuentes de la oposición han difundido una interpretación doble del tema: de un lado estiman que Maduro abusó de la confianza del Vaticano, aunque por el otro consideran que los prelados tuvieron un exceso de buena voluntad para con el gobierno, que nunca quiso cumplir sus compromisos.
El pasado 7 de enero, con una dureza poco frecuente, la Conferencia Episcopal Venezolana denunció la ausencia de voluntad real para el diálogo entre el gobierno y la oposición y repudió al régimen por “el sufrimiento que produce al pueblo”. El presidente del organismo, monseñor Diego Padrón, expresó: “No hubo una sincera voluntad de dialogar”. Pero luego apuntó al gobierno al remarcar que ninguno antes “había hecho sufrir tanto a un pueblo como el que ahora administra el país”.
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