El pueblo cubano recibió a Su Santidad, más que con la euforia del líder de fe, que despierta en todo el mundo, con la esperanza puesta en el estadista, que se atrevió a conciliar la relación con los Estados Unidos y desbloquear la isla. 

En todos los hogares hasta los más humildes de los barrios como Habana Centro o La Avispa hay una foto de Francisco, que no es ni más ni menos que la fe puesta en la esperanza de vivir mejor.

Todo eso que se habló del encuentro entre Raúl y el padre Jorge Mario en el Palacio de La Revolución es poco, poquito, nada. Estuvieron a solas y la consigna era que no trascendiera nada más que eso que se podía, formalmente, decir. 

Nadie va a revelar la estrategia que tiene Su Santidad para acercar posiciones entre Cuba y Estados Unidos. Y los deberes que tendrá que hacer cada jefe de Estado. Fueron 40 minutos sin intermediarios. Los periodistas que trasmitían el evento sólo podían mostrar la histórica alfombra roja del Palacio de la Revolución porque lo demás es, fue y será silencio. Esto sí revela que Raúl Castro Ruz no solo tiene el cargo de presidente sino el liderazgo real del país castrista. 

La agenda de hoy

Este 21 de septiembre, el Papa celebrará la Santa misa en la Plaza de La Revolución de Holguin y dará la bendición a la ciudad desde la Loma de la Cruz. De allí partirá a Santiago de Cuba para un encuentro con los obispos y el séquito papal en la Basílica Menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre en Santiago.