Los obispos argentinos se unieron ayer espirutualmente a la celebración por los 500 años de la primera misa en suelo argentino, cuyos festejos centrales en Puerto San Julián debieron suspenderse a raíz de las restricciones por la pandemia del coronavirus.

Así se los transmitió el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, al obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva.

“Nos abrazamos espiritualmente con otra Eucaristía”, subrayó en un videomensaje a la comunidad diocesana más austral del país.

“Me asocio junto con todos mis hermanos obispos a esta celebración tan importante de ustedes por la primera misa”, agregó.

El prelado lamentó no poder estar allí para celebrar juntos ese acontecimiento tan importante de los 500 años de la primera Eucaristía.

“Es sentido mi cariño y mi bendición. Un saludo especial para monseñor Jorge García Cuerva y a toda su tarea apostólica en la región más austral del país”, concluyó.

Monseñor García Cuerva presidió ayer una misa sin fieles en la capilla del obispado local que fue transmitida en directo por televisión y redes sociales, y en la que leyó una carta de cercanía del papa Francisco.+