La Santa Sede lanza un nuevo llamamiento al mundo para “una suspensión global del uso de la pena de muerte” en vista de su abolición: así lo expresó Mons. Silvano Maria Tomasi, Observador Permanente del Vaticano ante la Oficina de las Naciones Unidas de Ginebra, durante la 28ª sesión del Consejo de los Derechos Humanos sobre la pena de muerte en curso en la ciudad suiza.
El prelado, al recordar lo expresado por Juan Pablo II en la Evangelium Vitae, ha reiterado que es evidente que hoy en día existen otros medios que no son la pena de muerte “para defender las vidas humanas del agresor y proteger el orden público y la seguridad”.
Mons. Tomasi citando al Papa Francisco, recordó además “la posibilidad de la existencia del error judicial y el uso que hacen los regímenes totalitarios y dictatoriales… como instrumento de represión de la disidencia política o de persecución de las minorías religiosas y culturales”.
Asimismo el Observador Permanente ante las Naciones Unidas subrayó el hecho de que “ningún efecto positivo claro de disuasión resulta de la aplicación de la pena de muerte y que la irreversibilidad de esta pena no consiente eventuales correcciones en caso de errores judiciales”.
Finalmente Mons. Tomasi, realizando el llamamiento para la abolición de la pena de muerte, exhorta a “mejorar las condiciones de detención, con el fin de garantizar el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de la libertad”.
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