Zecca: “No es momento de profundizar las grietas”

Zecca: “No es momento de profundizar las grietas”

El arzobispo de Tucumán advirtió ante las autoridades que no habrá plena democracia mientras “no haya inclusión e integración”.

“Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal”. La frase del Evangelio de San Mateo ofició de prólogo a la homilía del arzobispo, Alfredo Zecca, durante el solemne tedeum en la Catedral. “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo’. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos”.

El mensaje del evangelista fue reinterpretado por Zecca, cuando en un pasaje de su sermón habló de las divisiones. “La vida argentina tiene el trasfondo de ecos de grietas, separaciones, deseos de venganza y de una justicia que, a veces, puede ser azarosa. No es momento de profundizar las grietas sino de consolidarnos cada día más como comunidad”, expresó.

Se parados por un pasillo, Juan Manzur Germán Alfaro parecían escuchar atentamente el primer tedeum como autoridades. Detrás del gobernador y de su esposa estaban sentados el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, el presidente subrogante de la Legislatura, Julio Silman, el presidente de la Corte Suprema, Antonio Gandur, y el ministro Fiscal, Edmundo Jiménez

La homilía duró 25 minutos, durante los cuales el mandatario se aferró a su bastón y no se le notó ni un gesto, solo repiqueteó un par de veces los pies. 

Zecca llamó a superar la crisis de representatividad política y la necesidad de trabajar por la Patria. “Argentina no está reconciliada (...). De una vez por todas hay que decir: basta de divisiones, de continuas y sesgadas revisiones del pasado”. Zecca también habló de desafíos. “No nos engañemos. No hay plena democracia sin inclusión e integración que son una responsabilidad de todos pero, en especial, de los dirigentes”. También citó el Martín Fierro: “Debe el gaucho tener casa, escuela, Iglesia y derechos”. Dijo que esta sigue siendo una realidad incumplida. También envió un mensaje a la clase política acerca de la transparencia. “Para llegar a una democracia que exprese verdaderamente la inclusión e integración de todos es indispensable dar algunos pasos. En primer lugar debemos recrear la política y el poder entendidos como servicio al bien común y, así, como una forma de caridad. Superar la crisis de representatividad en la clase política, la corrupción y la subordinación de la política a la economía, expresión de una crisis de la moral pública que nos corroe como sociedad y obstaculiza nuestro crecimiento”, lanzó.

La realidad del Norte Argentino también fue abordada por el prelado. “Se están dando pasos concretos para el desarrollo de las economías regionales, particularmente en el norte, injustamente postergado por comportamientos centralistas. Pero todos debemos contribuir al crecimiento económico que conlleve la justa distribución de las riquezas y brinde a todos la posibilidad de un trabajo digno y bien remunerado”, expresó. 

“La educación religiosa en la escuela de gestión estatal que dispone nuestra Constitución provincial es un bien inestimable que es indispensable conservar y promover”, reclamó también Zecca, y pidió un “exigente sistema de promoción” para mejorar la calidad en la educación del país. 

Luego de la homilía llegó el momento de la “Oración por la Patria”, una plegaria ecuménica pertinente para esta fecha patria, pero muchos funcionarios no movieron los labios. El coro estable de la provincia interpretó el Tedeum (himno cristiano). La melodía invadió de solemnidad una misa interrumpida de a ratos por flashes, teléfonos celulares y charlas en el fondo de la iglesia matriz. 

El momento del saludo de la Paz llevó a que Manzur y Alfaro se encontraran en la mitad de la alfombra. También a que Gandur achicara el espacio que lo separaba de Edmundo Jiménez para intercamabiar el saludo. Gestos que parecían reavivar el mensaje de Zecca: “hay que olvidar las divisiones”. 

Encolumnados detrás de Manzur, todo el gabinete a pleno. Detrás de Alfaro también estaban los funcionarios municipales y concejales. En la mitad de la hilera de bancos se veían los pañuelos blancos de las Madres de la Plaza de Mayo. También estuvieron presentes algunas agrupaciones gauchas. Afuera del templo, la banda de música del Liceo Militar y los tucumanos y militantes aguardaban. 

Como en toda misa especial el arzobispo concelebró con otros sacerdotes. Al final de la celebración, Zecca y el gobernador se saludaron, lo mismo el intendente y el resto de funcionarios. Manzur, de origen libanés, le estrechó un cálido abrazo a uno de los sacerdotes maronitas. También se vieron a autoridades de la casa Libanesa. 

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