Jorge Mario Bergoglio se asomó sorpresivamente por la Capilla Sixtina y saludó a los presentes: necesito que recen por mí personas como ustedes
«Siempre había deseado visitar los Museos Vaticanos, pero, ¿cómo le hacía sin dinero?». Mauro es un “clochard” italiano. Vive en las calles de los alrededores del Vaticano, en compañía de otros “sin techo” polacos. Con el paso del tiempo, conoció al Limosnero del Papa, mons. Konrad Krajewski, y se involucró en sus iniciativas. Fue uno de los que distribuyeron los Evangelios de bolsillo a los fieles en la Plaza San Pedro durante el Ángelus de Papa Francisco el domingo pasado. Frecuenta los baños inaugurados bajo la columnata de Bernini en la Plaza, además de las duchas y la barbería. Ayer por la noche, alrededor de las 20 horas, el arzobispo polaco se presentó en el lugar en el que Mauro y otros sin techo duermen para invitarlos a visitar los Museos Vaticanos hoy por la tarde. En el boletito blanco se lee: «Museos Vaticanos –Capilla Sixtina, jueves 26 de marzo de 2015». Además se indica la hora y el lugar de la cita.
Los 150 visitantes acababan de llegar a la Capilla Sixtina, hacia las 17, «cuando se asomó el Santo Padre, acompañado por un mayordomo», dijo el vicedirector de la sala de prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini. Saludó a cada uno y les dio:»Bienvenidos. Esta es la casa de todos, es su casa. Las puertas siempre están abiertas para todos».
Son 150 las personas sin hogar que visitaron los museos más famosos del mundo. «Me dio un boletito para entrar y me dijo que si no podía venir que le dijera a algún otro, pero insistió en que le daría gusto que viniera». ¿Quién dijo que el arte es menos importante que un plato caliente? «No sé qué vamos a visitar, pero tengo mucha curiosidad: siempre hay fila frente a los Museos Vaticanos, los turistas están muy emocionados», explicó Mauro.
La cita para la visita fue fiajda a las 15 frente a la entrada del Petriano, al lado del ex-Santo Oficio. Divididos en tres grupos, y cada uno encomendado a un guía turístico, los “sin techo” entraron por el ingreso vigilado por la Guardia Suiza, con todo y sus auriculares para escuchar las explicaciones. Los acompañaba un joven sacerdote polaco. «Antes de llegar a los Museos –escribió “L’Osservatore Romano” – los grupos podrán disfrutar de un recorrido privilegiado dentro del Estado, pasando frente a la Casa Santa Marta», en donde vive Papa Francisco. «Después proseguirán por detrás del ábside de la Basílica de San Pedro, atravesarán la Plaza de la Zecca, la calle de los Jardines y el Portón de Gregorio». La primera sección de los Museos que visitarán es la que acaba de ser reestructurada del Padellón de las Carrozas, después subirán a las salas de los Candelabros y de los Mapas geográficos, hasta llegar a la Capilla Sixtina. La obra maestra de Miguel Ángel será un espectáculo reservado exclusivamente para los huéspedes de la Limosnería, pues para la ocasión se anticipó el cierre al público en general (la última entrada fue a las 16). La visita concluirá alrededor de las 19. Pero antes habrá una oración común que concluirá la visita, y después todo el grupo se dirigirá hacia la cafetería de los Museos Vaticanos para cenar. Y Pino, “clochard” de Cerdeña, se espera justamente «lo que nos pasa el convento».
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