El Vaticano inicia una investigación por espionaje contra la Santa Sede

El Vaticano inicia una investigación por espionaje contra la Santa Sede

Roma investiga una supuesta trama de espionaje que se descubrió de manera casi fortuita. Se hallaron informaciones relativas a algunos de los acusados por el 'caso Becciu', y se habrían filtrado bases de datos de lavado de dinero y crimen organizado.

La sombra del espionaje vuelve a sobrevolar tras los muros vaticanos, después de que el fiscal de la Santa Sede, Alessandro Diddi, haya decidido iniciar una investigación para desentrañar si se utilizó información confidencial en el macrojuicio que el pasado mes de diciembre condenó al cardenal Angelo Becciu a cinco años y medio de prisión e inhabilitación perpetua por malversación de fondos del Vaticano, en un proceso que se saldó con condenas para una decena de personas.

Ahora, Diddi, quien fuera fiscal jefe en esta trama, apunta a la posibilidad de "la existencia de un acoso electrónico en relación con la Santa Sede", razón por la cual "abrí un expediente, porque creo que alguien siguió nuestras investigaciones desde fuera", según ha explicado a Il Tempo. Una supuesta trama de espionaje que se descubrió de manera casi fortuita, en mitad de unas informaciones sobre el ministro de Defensa de Meloni, Guido Crosetto, quien habría sido investigado de manera ilegal. La investigación descubrió que un teniente de la Guardia Financiera italiana habría filtrado a la información bases de datos de lavado de dinero y crimen organizado.

Y, tirando del hilo, se hallaron informaciones relativas a algunos de los acusados por el 'caso Becciu', como Raffaelle Mincione (uno de los responsables de la compraventa fraudulenta del palacio de Londres), Gianluigi Torzi (el broker de Becciu) o Cecilia Marogna, quien creó junto al cardenal defenestrado por Francisco una diplomacia paralela, y que también fue condenada en el macrojuicio vaticano.

El fiscal vaticano indicó la necesida de incoar un expediente, "aunque por el momento es contra partes desconocidas", para desentrañar si algunas de las informaciones extraídas de forma fraudulenta pudieron ser utilizadas durante el juicio. El expediente, por el momento, no contiene sospechosos ni delitos penales, pero las investigaciones ya han comenzado para rastrear a los instigadores del espionaje y sus motivaciones. "El hecho en sí merece una investigación profunda", recalcó Diddi a Il Tempo.

Por el momento, la investigación, que ya ha comenzado, se centrará en los documentos de la investigación, que la fiscalía de Roma ha de remitir a los magistrados vaticanos.

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