El cardenal Stella, ex nuncio, visita Cuba para celebrarlos, mientras el nuevo, Mons. Lingua, se prepara para desembarcar en la isla
por Luis Badilla
La Secretaría general de la Conferencia de obispos católicos de Cuba anunció ayer con un comunicado que el Prefecto de la Congregación para el clero, cardenal Beniamino Stella, visitará el país del 22 al 28 de este mes, respondiendo a una invitación de los prelados de la isla. El cardenal Stella fue Nuncio Apostólico en Cuba entre 1993 y 1999, y, como siempre se ha dicho, dejó un excelente recuerdo por su perfil pastoral y su trabajo diplomático, lo que destacan en la nota los obispos de Cuba.
Durante esta visita pastoral el purpurado se reunirá con la Conferencia Episcopal e irá también a varias diócesis para encontrarse con sacerdotes, diáconos, seminaristas y grupos de laicos. Además se han previsto tres visitas muy significativas a los Seminarios de Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana. Naturalmente el cardenal Stella se entrevistará también con las máximas autoridades del país, tanto del Gobierno como del Partido.
Los fieles esperan con interés las tres celebraciones eucarísticas previstas: en la Catedral de Santiago de Cuba, el 23 de abril; en la catedral de Camagüey el 24 de abril y por último en la Catedral de La Habana el 26 de abril. Esta importante visita, junto con la que realizara en forma privada hace algunos meses el cardenal T. Bertone, ex Secretario de Estado, se encuadra, en el análisis de la prensa latinoamericana, como parte de los esfuerzos del Papa Francisco y de la diplomacia vaticana para que la nación caribeña encuentre las condiciones regionales e internacionales necesarias para reinsertarse a pleno título en la comunidad de países del contienente americano, de la que fue excluida hace más de medio siglo a consecuencia del enfrentamiento con los Estados Unidos. Como es bien sabido, estos esfuerzos del Papa han significado un relevante aporte para la puesta en marcha de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, anunciada el pasado 17 de diciembre simultáneamente por Barak Obama y Raúl Castro. La normalización de las relaciones debería llevar al levantamiento del embargo impuesto por Washington a Cuba y que desde hace varias décadas sofoca la economía de la isla, embargo que el mismo Obama ha reconocido como una medida “inútil”. “Cincuenta años de aislacionismo no han llevado a nada” y “el embargo ha fracasado”, dijo el titular de la Casa Blanca en su discurso del 17 de diciembre.
Por ahora esta auspiciada normalización parece haber comenzado de manera sustancial y convincente, aunque no deja de haber fuertes resistencias en algunos sectores de la política estadounidense.
Por otra parte, en el curso de la VII Cumbre de las Américas que acaba de comenzar en Panamá, donde Cuba está presente por primera vez, se verificará –tras el anuncio del Acuerdo del 17 de diciembre- el primer encuentro oficial entre Obama y Castro, que marcará definitivamente un cambio de ruta que hasta pocos meses atrás nadie osaba siquiera imaginar. También hay que tener presente que la visita del cardenal Stella coincide con las celebraciones previstas durante las próximas semanas por el 80 aniversario de las relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre la Santa Sede y Cuba. Es probable, además, que en los próximos días llegue a Cuba el nuevo Nuncio, mons. Giorgio Lingua, a quien el Papa Francisco nombró el pasado 17 de marzo.
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