Gracias a la ayuda de la japonesa Ntt Data, será posible la consulta del patrimonio de la humanidad disponible en la Biblioteca Apostólica Vaticana
La conservación como divulgación y como cuidado de la memoria histórica de la Iglesia católica, pero abierta a todos. La Biblioteca Apostólica Vaticana, con casi 600 años de historia, prosigue su revolución digital que comenzó en 2012 y que se basa en el paso de un servicio de conservación a uno de consulta pública; cuenta con millones de textos únicos y de valor inestimable, como las cartas de San Pedro, el Evangelio de Lucas y el original del “Padre Nuestro”.
«Queríamos hacer algo fuera de los estándares, con el objetivo de salvar y poner a disposición de todos el precioso patrimonio que no es solo de la biblioteca, sino de toda la humanidad –observó Luciano Ammenti, director de los sistemas informáticos de la biblioteca, que se encuentra en Tokyo participando en la Innovation Conference de Ntt Data.
El lema del ambicioso proyecto, que se puede consultar en www.digitavaticana.org, es «un patrimonio que debe ser defendido y difundido», compuesto principalmente por manuscritos no cristianos. Debido a su fragilidad, se cree que durante más de 500 años de vida de la biblioteca no se ha consultado más del 20% de los documentos disponibles.
Gracias al acuerdo con Ntt Data, que invirtió 18 millones de euros para apoyar el proyecto, dentro de cuatro años concluirá la digitalización de 3000 manuscritos de la biblioteca vaticana: la sociedad informática japonesa contribuye con el proyecto desde 2014 y puso a disposición el software Amlad, tecnología que permite administrar una enorme cantidad de información y hacer mucho más simple tanto la consulta como la “navegación” entre los documentos.
«La digitalización prosigue con bastante velocidad, mientras el trabajo de catalogación va un poco más lento», añadió Ammenti. Los más de 82 mil manuscritos son digitalizados gracias al Fits (Flexible Images Transfer System), un formato que utiliza la Nasa desde los años 60 para guardar datos e imágenes de las misiones espaciales y que, revela Ammenti, «se ha demostrado una óptima decisión, debido a su confiabilidad».
El objetivo es que los textos digitalizados puedan ser consultados por todos, con computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes. Además de la consulta, será posible descargar una imagen con una copia fiel de uno de los textos de la biblioteca. Las donaciones forman parte de la campaña de fondos para financiar los planes de digitalización que implican enormes gastos de dinero y tiempo.
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