Por ESTEBAN PITTARO 

Llegar a Montevideo, conocer, comprometerse, y transformar el corazón. Con ese espíritu y ese itinerario más de 6000 jóvenes del Uruguay vivieron este fin de semana su 37 Jornada de la Juventud. “Él transforma tu Corazón” era el lema, pero al final de las actividades del sábado y el domingo, más que un lema fue una certeza palpable hasta en redes sociales.

La explanada de Kibón fue el punto de referencia para los grupos, que fueron distribuidos entre distintas comunidades. El sábado fue el tiempo para meditar sobre conocer el barrio, y luego sobre comprometerse con él, todo en grupos distribuidos por edades. Y con alegría, tras las dos reflexiones, iniciar una suerte de cacería con distintas consignas que vinculaban las pruebas con redes sociales. La vigilia en la explanada, titulada “Al fuego del Espíritu” fue precedida por un momento artístico, con Rock y baile, algunos con saltos y otros más apaciguados, pero de alegría conjunta antes del recogimiento. Tres testimonios, de un joven, de un joven matrimonio y de un sacerdote, dieron paso a un momento de adoración ante el Santísimo, con confesiones, para ir generando un clima de oración que se traslade al lugar de descanso, en la comunidad asignada.

El domingo fue tiempo de oración en la comunidad, y de cómo se anunciaba en el programa, ser “Iglesia joven en salida, haciendo lío por los barrios”. Y así, esa comunidad que de a poco fueron conociendo, con la que rezaron, los transformó mientras ellos hacían lo posible por transformarla visitando enfermos, dando el desayuno a los indigentes, barriendo y limpiando las calles, ayudando en el Cotolengo, pintando una capilla, mostrando la alegría en la plaza, repartiendo folletos para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente a la luz de la Laudato Si, etc.

El compromiso final, en la Misa del domingo, lo fueron descubriendo momento a momento. “Anunciar con alegría la fe, que es capaz de llenar de sentido nuestras vidas”, pidió el cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, quien presidió una Eucaristía concelebrada por los otros Obispos del país.

“Un cristiano auténtico nunca se aburre, siempre hay cosas para hacer, para vivir, para descubrir, porque los horizontes se nos amplían se nos desatan las cadenas que nos esclavizan y nos llenamos de sentido”, aseguró el Arzobispo, quien insistió que “de verdad Jesús transforma el corazón”. “El espíritu de Jesús hace que nuestro corazón se ensanche, se amplíe, en cambio el mal espíritu hace que se angoste, se achique. (…)El corazón que late fuerte es el que late con los latidos de Jesús y que se ensancha con el amor”, clamó.

En poquitas horas, el lío copó la capital. Toca ahora un desafío más ambicioso anunciado por el cardenal Sturla, pero para el que los jóvenes participantes de la 37 jornada ya tienen las herramientas: “Anuncien la alegría de Jesús a todos los demás jóvenes y al Uruguay entero”.