La iglesia Virgen del Rosario, la más grande del país árabe, abrirá sus puertas para que los aficionados puedan ir a rezar. También celebrará misas en inglés sábados y domingos. El obispo local espera que el Mundial sea "una ocasión para la fraternidad".
La iglesia Nuestra Señora del Rosario, la única iglesia católica activa en Doha, la capital de Qatar, estará abierta a los aficionados al fútbol que acudan a la Copa Mundial de la FIFA, que comienza allí el 20 de noviembre. Así lo aseguró el obispo Paul Hinder, administrador apostólico del vicariato de Arabia del Norte, con sede en el vecino reino de Bahréin.
La iglesia tiene capacidad para más de 2.000 fieles y es el templo católico más grande de los países del Golfo Pérsico. Está ubicado en el Complejo Religioso Barwa, frente al Centro Comercial Mesaimeer y durante los días del Mundial celebrará misas dominicales (en inglés) a las 5.30, 17 y 19, y los sábados, a las 17 y 19.
“Quisiera que la Copa del Mundo se convirtiera en una ocasión privilegiada de fraternidad, amistad y diálogo interpersonal y religioso. Que el deporte y el fútbol sean vehículo de paz e integración cultural y religiosa. Que sea la Copa del Mundo de la fraternidad humana”, deseó el obispo Hinder en una entrevista con la agencia italiana SIR.
El prelado pidió que los visitantes que acudan a Qatar “respeten la cultura local”, así como “nosotros los occidentales, también pedimos a quienes vienen a visitarnos que respeten las normas vigentes en nuestros países. Que sea un tiempo de celebración, respeto y diálogo”, exhortó el administrador apostólico de Arabia.
La Iglesia Católica de Nuestra Señora del Rosario es una iglesia de culto católico en Qatar y la primera iglesia cristiana en este país, desde la conquista musulmana del siglo VII. Construida en un terreno donado por el emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al Thani, debido a las leyes islámicas la iglesia no puede mostrar en su exterior símbolos cristianos como cruces, campanas o campanarios.
El templo fue dedicado el 14 de marzo de 2008 por el cardenal Ivan Dias, entonces prefecto de la Congregación para la Evangelización, en una ceremonia a la que asistieron el viceprimer ministro de Qatar, Abdullah Bin Hamad Al-Attiyah; el arzobispo Mounged Al Hachem, embajador de la Santa Sede en el Golfo; monseñor Paul Hinder; el arzobispo Giuseppe Andrea, ex nuncio de la Santa Sede en la región; y otros funcionarios del gobierno qatarí.
La iglesia es parte del vicariato apostólico de Arabia del Norte y desde ella se atienden las necesidades de unos 200.000 católicos en Qatar, la mayoría de ellos trabajadores migrantes de Filipinas, India, América del Sur, África, Líbano y Europa.
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