La Santa Sede mira al pueblo chino con profunda simpatía y con gran atención y reconoce los importantes pasos que ha dado recientemente en los campos social, económico y educativo, a pesar de que persisten muchas dificultades.
La Santa Sede mira al pueblo chino con profunda simpatía y con gran atención y reconoce los importantes pasos que ha dado recientemente en los campos social, económico y educativo, a pesar de que persisten muchas dificultades.