Turquía se ha consolidado como el segundo destino más popular para los viajeros musulmanes, solo por detrás de Malasia, según un informe publicado el martes 24 de junio. Esta clasificación confirma el creciente atractivo del turismo religioso y los servicios halal.
Turquía se beneficia de su rico patrimonio islámico, una infraestructura turística adaptada —con hoteles que ofrecen menús halal, espacios de oración y servicios diseñados para mujeres— y una hospitalidad que refleja sus valores culturales. Lugares emblemáticos como la Mezquita Azul de Estambul y el Museo Mevlana de Konya siguen atrayendo a un público que busca la espiritualidad y convierte el país en el segundo destino más visitado por los musulmanes.
Este aumento se enmarca en un contexto mundial de fuerte crecimiento del turismo musulmán, con un incremento del 25 % registrado en 2023, lo que elevó el número total de viajeros a 176 millones.
Para 2030, el gasto relacionado con este sector podría alcanzar los 230 000 millones de dólares. Existe un enorme potencial económico para los países capaces de adaptar su oferta a las expectativas y valores de este público en rápida expansión. Estos datos provienen del Índice Global de Viajes Musulmanes (GMTI) 2025, elaborado por Mastercard y CrescentRating.
Ante este prometedor mercado, cada vez más destinos compiten por adaptar su oferta. Pero Turquía parece haber tomado la delantera al combinar tradición, modernidad y una profunda comprensión de las expectativas espirituales de estos viajeros. Este posicionamiento estratégico podría seguir dando frutos en los próximos años.
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