Tres formas de acercarse a Dios

Tres formas de acercarse a Dios

El hombre está dispuesto de tal manera que siente una necesidad natural de estar más cerca de su Creador, el Creador Supremo. Esta necesidad es inherente a cada uno de nosotros, independientemente de su nivel de religiosidad, e incluso entre aquellos que no reconocen a Dios. No reconocer al Señor, y al mismo tiempo sentir necesidad de Él. ¿No es éste el peor castigo al que se condena un siervo de Dios que ha errado?

Sus siervos, más cerca que nadie. Él conoce todos nuestros pensamientos, incluso los más ocultos, en cualquier momento del día o de la noche, en cualquier punto del espacio. Él está cerca de nosotros y las puertas de Su gracia siempre están abiertas. Solo necesitas volverte a Él y Él te responderá.

Pero a veces una persona misma se aleja de la misericordia de Dios. Y si sientes tu alejamiento del Señor, analiza tus acciones que te llevaron a tan triste desenlace. Y tratarás de encontrar formas de acercarte a Dios para volver a sentir Su cercanía. Hay muchos de esos caminos. Hablemos de tres de ellos.

Namaz (oración)

El Mensajero de Dios, el Profeta Muhammad (PB), dijo: “Namaz es el pilar de la religión; quien lo dejó destruyó la religión” (Al Baihaki citó el hadiz). También dijo: “¡Sabed que la mejor de vuestras obras es la oración!” (citado por el Imam Ahmad). Namaz es lo primero sobre lo que se preguntará a una persona en el otro mundo. Y si su oración es buena, entonces todas sus otras obras serán buenas, y si su oración resulta inútil, entonces sus otras obras resultarán inútiles.

¿Por qué es tan importante la oración? El secreto de esto está en la exaltación de la misma por el Altísimo. Se sabe que todos los deberes religiosos fueron traídos a la humanidad por el Profeta (PB), y él (PB), a su vez, los recibió del ángel Yibril (P), quien fue el mediador entre Dios y Su Mensajero (PB). La peculiaridad de la oración es que el Señor en la noche de la Ascensión del Profeta (PB) otorgó, Él mismo, sin intermediarios, al Profeta (PB) y a su comunidad (ummah) este valioso regalo. Por lo tanto, el Mensajero de Dios (PB) y sus compañeros trataron la oración con gran responsabilidad.

Namaz es una comunicación especial con el Todopoderoso. Si antes de una reunión con alguna persona influyente experimentamos entusiasmo y alegría y nos preparamos diligentemente, entonces imaginemos cómo debemos prepararnos para una reunión con el Gobernante de todas las cosas, Dios Todopoderoso. De acuerdo con el dicho del Profeta (PB) “Un siervo alcanza la máxima proximidad a su Señor durante la reverencia al suelo” (citado por Imam Muslim).

Dua (Súplica)

Dios dice en el Corán:

“Y cuando Mis siervos te pregunten por Mí, (diles que) en verdad, Yo estoy cerca y respondo la súplica del suplicante cuando Me suplica. Por tanto que Me respondan y crean en Mí, para que, quizás así, sean bien dirigidos” (2:186).

Y vuestro Señor dice: “Invocadme y Yo os contestaré. En verdad, quienes se muestran arrogantes ante su obligación de adorarme pronto entrarán en el Infierno humillados” (40:60).

Estos versos nos explican que la dua es el mandato del Señor, porque Él mismo nos dice “Invocadme”. Esto significa que la súplica es uno de los tipos de adoración, porque la adoración es el cumplimiento de cualquier mandato del Creador.

Y por lo tanto, el Profeta (PB) dijo: “En verdad, la dua es adoración” (Abu Daud, Ibn Maya). Dios ama cuando se le suplica, porque quien pide demuestra su debilidad y necesidad de su Creador, mostrando así su carácter de siervo de Dios, se inclina ante el Todopoderoso y reconoce Su poder y dominio.

Ayudar a las personas

La cercanía a Dios no significa el distanciamiento de las personas. El aislamiento no es el camino de un verdadero siervo de Dios. Por el contrario, la cercanía a las personas, la ayuda en la resolución de sus problemas y necesidades, es una evidencia de cercanía al Creador.

El Profeta (PB) señaló: “El Todopoderoso ayuda a Su siervo siempre que este ayude a su hermano en la fe” (citado por Tirmidhi).

Al mostrar respeto a las demás personas, magnificamos al Señor. Gracias al respeto, el creyente alcanza el grado de verdadero temor de Dios (taqua).

El siguiente hadiz da testimonio de como uno se acerca a Dios ayudando a las personas:

“El Todopoderoso y Grande Dios dirá en el Día del Juicio: “¡Oh, hijo de Adán! Estuve enfermo, pero no me visitaste”.

(El hombre) responderá: “Señor, ¿cómo podría haberte visitado, ya que Tú eres el Señor de los mundos?”

(Dios) dirá: “¿No sabías que tal o cual siervo mío cayó enfermo, y si lo hubieras visitado, me habrías encontrado con él?”.

Y (Dios) dirá: ¡Oh hijo de Adán! Te pedí que me alimentaras, pero no me alimentaste».

(El hombre) responderá: “Señor, ¿cómo podría yo haberte alimentado, ya que Tú eres el Señor de los mundos?”

(Dios) dirá: “¿No sabías que tal sirviente mío te pidió que lo alimentaras? Pero no lo alimentaste. ¿Y no sabías que si lo hubieras alimentado, ciertamente lo habrías encontrado conmigo?

Y (Dios) dirá: “¡Oh hijo de Adán! Te pedí que me dieras de beber, pero no me diste de beber”.

(El hombre) responderá: “Señor, ¿cómo podría haberte dado de beber, ya que Tú eres el Señor de los mundos?”

(Dios) dirá: “Fulano de tal Mi siervo te pidió agua, pero no le diste de beber. ¿No sabías que si le hubieras dado de beber, seguramente lo habrías encontrado conmigo? (citado por Imam Muslim).

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