Este año el tiempo de Adviento se vivirá enmarcado por una gracia especial: “El Jubileo Extraordinario de la Misericordia”, que comenzó el 8 de diciembre. Este tiempo especial del Adviento, que nos prepara para recibir la venida del Señor, nos servirá también para abrirnos completamente a la misericordia divina.

El Adviento es, un tiempo de espera de la acción divina, de espera del gesto de Dios, que viene hacia nosotros y que reclama nuestra acogida de fe, de amor y de entrega. La venida histórica del Señor Jesús en la humildad de nuestra carne, nos hace contemplar a un Dios completamente misericordioso, cercano, viviendo nuestras propias vicisitudes, y además deja en nosotros el anhelo de una venida más plena, que  nos hace atentos a reproducir esta misericordia con nuestros hermanos.            

En el tiempo Adviento celebramos, la triple venida misericordiosa del Señor: La histórica, cuando asume nuestra carne y nació de Santa María siempre Virgen; la venida definitiva o escatológica sucederá al final de los tiempos, cuando el Señor Jesús, venga rodeado de majestad y gloria e instaure definitivamente el Reino de Dios, y también la venida del Señor que se realiza en nuestra existencia personal; iniciada en el Bautismo. 

Es el Señor que viene en los sucesos de cada día, que se hace presente en los acontecimientos de la historia, que se manifiesta en la vida de todo cristiano, eso es un permanente Adviento, confiar en la infinita misericordia viviendo una permanente espera y venida.