Para el panorama museístico de occidente, el arte islámico es quizá la mejor oportunidad de comprender y registrar el proceso histórico de una de las civilizaciones más complejas del mundo por su entramado religioso, político, cultural y estético. Bajo este entendido, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso ya preparan la presentación de la magna exposición Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX.

“El proceso de selección de las piezas que conforman la exposición fue complejo sólo en el sentido en el que la colección a la que pertenecen —a la del Museo del Condado de Los Ángeles (LACMA)— tiene muchos ejemplos bellos de arte islámico y no se podían incluir todas las piezas que hubiera querido”, dijo, en entrevista para La Razón, la curadora Linda Komaroff, quien junto al equipo del Antiguo Colegio de San Ildefonso hacen posible la exposición que junta obra de tres continentes y que promete ser la más importante muestra de arte islámico que se ha presentado México, por su relevancia histórica y número de piezas.

Un total de 191 objetos, entre las que hay textiles, manuscritos, piedras y maderas ornamentales, alfombras y piezas de alfarería, conforman la exposición a la que se invirtió un año de trabajo de selección, pero que pertenece a una colección que se ha conformado y consolidado a lo largo de 20 años al mando de la misma Komaroff.

Debido a la confusión del que puede ser objeto el arte islámico, porque se considera así no sólo al arte creado específicamente al servicio del Islam, sino que incluye al arte secular producido en tierras bajo dominio o influencia islámica, sin importar la afiliación religiosa, Komaroff planeó buscar una narrativa que acercara a ambas culturas de manera fluida y abierta, «más que una expectativa sobre el espectador mexicano, es un deseo de que la gente se emocione por ver algo que nunca ha visto antes y que piense que el arte es bello; y que lo anime a querer saber más acerca de la civilización y el arte islámico”, dijo.

Al preguntarle ¿por qué San Ildefonso?, la también investigadora expresó: “El año pasado hice una visita al recinto y creí que era el espacio perfecto para recibir una colección de arte islámico de esta índole, porque es un edificio construido alrededor del patio central, lo que remite a la arquitectura tradicional del medio este —Arabia, Pakistán y Turquía— y bueno ahora estoy aquí. Fue un proceso casi natural”.

Ya que las piezas que se presentan en esta muestra están en perfectas condiciones de conservación, se prevé llevarla a más países; después de México se montará en Arabia Saudita.

Sobre la devastación del arte islámico y preislámico en Irak y Siria en fechas recientes, Linda aseguró que es un asunto que nos devalúa a todos y nos disminuye como humanidad. Añadió que aún cuando se han manejado cifras económicas exorbitantes sobre la destrucción y el tráfico en el mercado negro, la pérdida es incalculable.