Luego de que el terremoto 8,4 grados Richter y posterior tsunami azotara el centro y norte de Chile la tarde del 16 de septiembre, el Arzobispo de La Serena (norte del país), Mons. René Rebolledo, abrió las puertas del Arzobispado y de las parroquias de la zona para acoger a las personas afectadas por la catástrofe.
“¡Estamos en las manos del Señor! Busquemos, queridos hermanos, solidarizar con quienes están sufriendo. Oremos por ellos. El Señor nunca nos abandona”, dijo Mons. Rebolledo a la mañana siguiente del suceso, durante su visita a la comunidad de Tongoy, una de las más afectadas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el terremoto registrado a las las 19:54 de la tarde del miércoles 16 de septiembre fue de 8,4 grados Richter y tuvo como epicentro la ciudad de Illapel, en la Región de Coquimbo, al norte de Chile (a 6 horas aproximadamente de distancia de Santiago).
La USGS situó este terremoto como el de mayor magnitud que se tiene registro durante este año, mientras que el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, lo catalogó como el sexto más grande en la historia de Chile.
El sismo de varios minutos ha tenido más de 70 réplicas de hasta más de 6 grados en la escala de Richter, que continúan hasta ahora. Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) estableció alarma de tsunami para toda la costa del país, con olas que alcanzaron los cuatro metros en la Región de Coquimbo.
Según informan las autoridades, ya son 10 los fallecidos por este desastre natural. Es probable que la cifra se eleve en el transcurso de esta jornada. Las autoridades aún evalúan las pérdidas materiales de las zonas más afectadas al norte del país.
Según informa la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de La Serena, la acogida de los afectados en la zona se realiza con la ayuda del Área de Pastoral Social-Cáritas de la Arquidiócesis, del Vicario de Pastoral, P. Alex Pizarro y otros voluntarios.
El Arzobispo confió a la Virgen María “la vida de numerosos hermanos que están sufriendo a causa de este gran terremoto en nuestra región y otros lugares del país. Manifestemos nuestra comunión y solidaridad. A todos les envío mi bendición”.
Asimismo envió “un saludo fraterno y cercano a mi hermano Obispo de Illapel (epicentro del terremoto), Mons. Jorge Vega, y a toda la Prelatura. El Señor los conforte en estos momentos de prueba. Oramos los unos por los otros”.
En declaraciones a ACI Prensa, Mario Tabilo Santander, Secretario de la Pastoral Juvenil de Ovalle en la región de Coquimbo, explicó que durante el sismo “era imposible estar de pie”.
“En gran parte de la ciudad los servicios de luz y agua ya están restableciéndose ya. Hace unos momentos hubo una réplica. Las casas del centro, de adobe la mayoría, han pérdida cornisas, pórticos y estructuras. En las tiendas reventaron los vidrios. Estamos tratando de volver a la normalidad”, relató Tabilo.
El terremoto ocurre en vísperas de la celebración de fiestas patrias en Chile que se celebra el 18 de septiembre. Por lo mismo, el Gobierno decretó zona de catástrofe en los lugares afectados por el terremoto e informó que el Gabinete se ausentará de algunas de las ceremonias patrióticas para estar en terreno en esas zonas.
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