"La tarea de los curas villeros está molestando a grupos delictivos"

Lo dice el obispo de San Justo. Considera que no puede ligar el ataque "a las mafias de las tierras”, pero reconoce que la labor de estos curas frena el accionar de quienes quieren "seguir sometiendo delictivamente y desde otros intereses” a las villas.

El obispo de San Justo, Eduardo García, advirtió que a ciertos grupos delictivos les "molesta" la tarea pastoral de los curas villeros en asentamientos del partido bonarense de La Matanza, al hacer precisiones sobre el ataque violento que sufrió días pasados el sacerdote Nicolás Angelotti (Tano), párroco de la parroquia San José que abarca los barrios de San Petesburgo, Puerta de Hierro, 17 de marzo y 17 de marzo bis.

El prelado matancero consideró que no se puede afirmarse que “está ligado a las mafias de las tierras”, pero sostuvo que ciertamente el accionar de los curas villeros “está molestando a los que quieren seguir sometiendo delictivamente y desde otros intereses” a los barrios populares.

En un comunicado con el título “La lucha por la tierra, la pelea por el territorio”, y ante “muchas versiones que corren por los medios”, el obispo con territorio diocesano en el partido bonaerense de La Matanza expresó:

Claramente no fue un simple robo. Cuatro motos, 8 personas, 6 tiros al aire, culatazo en la cabeza y la frase: “Tano, danos el celular” junto con la aparición del vehículo intacto a pocas horas, nos habla de otra cosa.

Sin ser demasiado intuitivos y conociendo ciertos códigos, este hecho tiene las características de un aviso o llamada de atención.

No podemos afirmar que está ligado a las mafias de las tierras dado que los sacerdotes que trabajan en las zonas afectadas no se encuentran en ningún sector en pugna, sino que acompañan las situaciones para que no haya violencia con el triste resultado de una guerra de pobres contra pobres o fuerzas seguridad.

Monseñor García sostuvo que “ciertamente está molestando a los que quieren seguir sometiendo delictivamente y desde otros intereses a nuestros barrios la acción que vienen realizando nuestros curas en barriadas, dentro de los cuales se encuentra el padre Tano”.

“Asumimos el llamado del Papa Francisco de Techo - Tierra - Trabajo. Se apuesta a la esperanza desde la propuesta para los chicos y los Jóvenes de Colegio - Club - Capilla que contrarresta el triste destino de Calle – Cárcel – Cementerio”, recordó.

El obispo detalló también cuál es el trabajo de los curas de las villas frente a situaciones cotidianas que se dan en los barrio populares:

Frente al negocio de las tierras: se trabaja por la integración urbana.

Frente el narcotráfico: se lucha por sacar a los pibes y pibas de la droga con educación, deporte, familia grande y hogares de recuperación.

Frente a la cultura del descarte: se crean hogares de abuelos y abuelas en situación de calle.

Frente el alambrado y dominio del territorio: se busca liberar la vida desde comunidades que se organizan y viven solidariamente.

“Repudiamos este hecho, como tantos otros que atentan contra el digno desarrollo y crecimiento de nuestra gente. Creo que no sólo tiene que ser investigado como un hecho aislado sino dentro de un marco más general de prevención y cuidado de nuestra población”, pidió.

“Queremos que nuestros barrios no vivan desde el miedo y la servidumbre que paralizan toda posibilidad de una vida buena, sino que trabajamos para que, como hijos de Dios e hijos de este suelo, ‘tengan Vida y Vida en abundancia’”, concluyó.

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