Ante la aterradora situación que se vive en Medio Oriente debido a los constantes ataques del grupo terrorista Estado Islámico (EI/ISIS), el arzobispo y vicario patriarcal de laIglesia ortodoxa, Nicolaos Matti Abd Alahad, aseguró que “en Siria no existe una casa que no tenga muertos”.
Por Diego López Marina
Durante su intervención en una exposición en la Universidad de Navarra (España), el líder ortodoxo aseguró que es común que se produzcan a diario matanzas a jóvenes cristianos y que las madres se despidan de sus hijos cuando van a la escuela “como si fuera la última vez”. Él mismo ha sufrido además la pérdida de un sobrino que fue acribillado por los terroristas musulmanes.
Además, el arzobispo explicó el modo de proceder del Estado Islámico: “primero eliminan cualquier símbolo del cristianismo, luego obligan a los creyentes a cambiar su religión para salvarse, entregar altas cantidades de oro o dejar su casa con lo puesto. Si no aceptan estas opciones, la última es la muerte”.
Asimismo destacó que algunos cristianos sirios reciben en sus hogares a personas perseguidas en su propio país. No obstante, lamentó que aquellos que lograron salir a Turquía solo encontraron “una muerte que les esperaba en el mar”.
Finalmente Abd Alahad advierte que “este cáncer llamado ISIS” se encuentra cerca de Europa debido a que en muchos de sus países el terrorismo ha sido avivado al “anteponer sus intereses por encima de la sociedad”, es por ello que invoca a la prudencia.
Parlamento Europeo califica la persecución contra los cristianos como genocidio
El día de hoy el pleno del Parlamento Europeo votó a favor de una resolución para que los crímenes y atrocidades cometidos por ISIS en Siria e Irak sean calificados como “actos de genocidio”.
La resolución fue presentada y apoyada por miembros de todos los grupos del Parlamento Europeo y en ella se expresa la “rotunda condena del denominado Daesh y de sus atroces violaciones de los derechos humanos, que constituyen crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra”.
La guerra civil en Siria iniciada en el 2011, sumada a la persecución religiosa emprendida por el Estado Islámico, ha provocado que millones de desplazados viajen a Europa para buscar refugio.
Si bien muchos sirios e iraquíes han huido a países cercanos como Turquía, Jordania y el Líbano, es casi imposible ingresar a otros estados árabes debido a las restricciones en el visado y los permisos de trabajo.
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