En la “Relatio synodi”, dirigida «no al mundo» sino «al Papa que después decidirá qué hacer», la comisión trató de presentar «todas las preguntas» que surgieron en la asamblea, pero sun identificar «todas las respuestas». «Este Sínodo no toca la doctrina»
Por IACOPO SCARAMUZZI
CIUDAD DEL VATICANO
El Sínodo sobre la familia se está preprando para la vocatión, el próximo sábado por la tarde, de la relación final que una comisión redactó resumiendo las enmiendas al texto base (el “Instrumentum laboris”), elaboradas durante las tres semanas de trabajo de los grupos de trabajo conocidos como los círculos menores. Esta relación será entregada hoy a los padres sinodales y, después de la discusión de mañana por la mañana, la misma comisión se encargará de terminarla. En la “Relatio synodi”, dirigida «no al mundo» sino al Papa, la comisión trató de presentar «todas las preguntas» que han surgido en la asamblea, pero sin identificar «todas las respuestas», anticipó durante la conferencia de prensa de hoy, 22 de octubre, el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, Presidente de la Conferencia Episcopal de la India y miembro de la comisión de las diez personas que redactaron el texto final. Gracias garantizó, por una parte, que «no cambia la doctrina», pero, por otra, que el Sínodo no se limitará a «repetir» la “Familiaris Consortio”, publicada por Juan Pablo II en 1981.
Gracias expuso el trabajo de redacción de la relación final y explicó que los entre 7 y 8 mil cambios (“modos”) que enviaron los círculos menores a la comisión fueron examinados y seleccionados; al final nació un documento de un centenar de párrafos. Debido a la falta de tiempo a disposición, la comisión se dividió en cierto punto en tres grupos. El trabajo después fue entregado a un grupo miltilingüe de la Secretaría del Sínodo, que redactó un texto, y la comisión lo examinó para después aprobarlo por unanimidad. Ese texto será entregado en la reunión plenaria de hoy por la tarde a los padres sinodales; después de una introducción del cardenal Secretario del Sínodo, Lorenzo Baldisseri, y de una breve exposición del cardenal relator Peter Erdö, los padres sinodales podrán leerlo esta tarde y el borrador será discutido durante la reunión de mañana, viernes 23 de octubre, por la mañana. La comisión, para concluir, hará los últimos cambios que surjan mañana; el sábado se votará el texto «párrafo a párrafo» y, previsiblemente, también habrá un voto final sobre el texto en su conjunto.
Para hacer el borrador final, la comisión siguió los criterios de eliminar las repeticiones, siguiendo las orientaciones de la asamblea («el cerebro de la casa», dijo el purpurado hindú en inglés), y de escribir un texto que «no se dirige al mundo», puesto que, si la asamblea confirma la propuesta que ha surgido en tres grupos de trabajo, podría ir acompañado por un preámbulo que si lo fuera. El cardenal Gracias no anticipó el contenido del documento, ni entró en los particulares de algunas cuestiones controvertidas , como la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar: «No tocamos la doctrina; este Sínodo no toca la doctrina; el texto dará direcciones generales, no entra en puntos muy específicos; daremos el documento al Papa, esperando que él nos dé las líneas guía después» sobre los diferentes temas afrontados por la Asamblea.
La relación final será un texto que «no tiene todas las respuestas, sino todas las preguntas» discutidas, y tratará de dar «direcciones pastorales aceptables para todos», y «espero que sea aceptado» en la votación del próximo sábado. Lo que es cierto es que en las discusiones surgieron «opiniones diferentes»; sobre algunas cuestiones todavía «estamos investigando», y sobre una cuestión como la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, sobre la cual, por ejemplo, el grupo de lengua alemana subrayó la centralidad del «fuero interior», se trata de soluciones posibles que deben ser todavía estudiadas y profundizadas desde diferentes puntos de vista. El Sínodo, en general, es una bella «experiencia en la que cada uno respeta las ideas de los demás, todos quieren ayudar a las familias; dicho francamente, no tenemos una solución a todo, pero hemos hablado sobre los problemas que deben ser afrontados y estudiados, y estoy seguro de que encontraremos un camino para salir adelante». Lo que es seguro es que, con respecto a 1981, cuando Juan Pablo II publicó la “Familiaris consorrio”, hay «nuevos desafíos» para la familia, y, mientras «la doctrina sigue siendo la misma, y todos consideran, por ejemplo, la indisolubilidd del matrimono como un gran don de Dios, buscamos nuevas vías para ayudar a las familias a encontrar nuevas vías, en un clima sociológico, político, económico e ideológico. El Sínodo, que «citará» el documento de 1981, no se limitará a «repetir» la “Familiaris consortio”.
El Papa, contó Gracias, visitó durante 5 o 7 minutos a la comisión al principio de los trabajos, «agradeció por el trabajo hecho, nos animó, subrayó la importancia del Sínodo sobre la familia y de la relación».
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