“Tiene que haber una investigación que garantice la verdad y la justicia; eso es lo que construye la memoria de la gente y evita la repetición”, recomendó.

Por otra parte, el ex canciller uruguayo instó a “cuidar mucho a las comunidades judías porque siempre son las más expuestas a la posibilidad de un atentado terrorista y a comentarios xenófobos, antisionistas o antisemitas”.

P- ¿Qué significa para usted la presencia en un evento que reúne a los principales líderes de las comunidades judías de muchos países, fundamentalmente de Latinoamérica?

LA- Las comunidades judías en Latinoamérica son uno de los factores más dinámicos que tienen nuestras sociedades, y los aportes que realizan a la construcción de mejores países e instituciones y más desarrollo es fundamental. Tener la oportunidad de ir abordando los principales problemas del continente con una visión integral, porque nuestros países son muy iguales, pero también muy diferentes -obviamente siempre hay condiciones más sensibles: de seguridad en algunos, en cuanto a la pobreza en otros-, y cómo ella puede realizar aportes que también tengan una visión de integración es muy importante porque vinculan comunidades de diversos países de Latinoamérica por encima de fronteras. Esto genera un espíritu diferente, de problemas comunes y necesarias soluciones conjuntas.

P- ¿Cómo fue su encuentro con los diferentes líderes de la región?

LA- Muy bueno porque es gente muy informada y con preocupaciones, pero también con optimismo. Realizaron planteos muy precisos sobre los temas más importantes del continente y fue muy enriquecedor para mí revisar con ellos variables de democracia, protección de derechos humanos y mejor condiciones de trabajo con las colectividades judías. También fue muy gratificante el no poder desayunar porque tenía que contestar tantas preguntas… algo que demuestra el interés en la organización (por la OEA) y en el trabajo que hacemos.

P- ¿Cuál es su mensaje a los líderes de las naciones latinoamericanas respecto a sus comunidades judías?

LA- Primero que nada, los líderes tienen que hacer un trabajo siempre sostenido en integrar y fortalecer el vínculo político con las comunidades judías, e incorporarlas a las soluciones que sus países necesitan. Hacer funcionar el sistema de una manera cada vez más integral y cuidar mucho a las comunidades judías porque siempre son las más expuestas a la posibilidad de un atentado terrorista, como ha ocurrido con la Embajada de Israel o la AMIA, en Buenos Aires, y a comentarios xenófobos, antisionistas o antisemitas. Además, cuidando todas esas variables la sociedad se fortalece e integra mejor.

P- Es todo un mensaje, ¿es optimista respecto a su efectivo cumplimiento?

LA- Uno nunca puede dejar que el optimismo le consuma el trabajo, que en una organización como la de los Estados Americanos lamentablemente tiene que ser muy de focalizarnos en los problemas. Vamos a ir adonde la democracia esté en riesgo, los derechos humanos no sean respetados de la mejor forma o el sistema no garantice su más completa vigencia. Tenemos la convicción de trabajar con dientes apretados y aportar soluciones.

P- Habló de los atentados a la Embajada y la AMIA, en la Argentina, ¿piensa que la falta de esclarecimiento es una puerta abierta a futuras situaciones delicadas?

LA- Pienso en los principios fundamentales que debe tener cualquier sistema judicial y en el compromiso que debe tener el sistema político para resolver esos casos. Tiene que haber una investigación que garantice la verdad y la justicia; eso es lo que construye la memoria de la gente y evita la repetición. Entonces, hay que apoyarse en estos principios y pensar que en el continente todavía tenemos una deuda grande con la comunidad judía por el no esclarecimiento de este tema.