Sammaritan’s Feet y la dignidad del calzado

Sammaritan’s Feet y la dignidad del calzado

De la mano de Daniel Domínguez, esta ONG se encarga de cubrir los pies de cientos de niños desprotegidos en toda la Argentina. En esta nota, conoceremos en detalle esta tarea, que llevará a sus voluntarios el próximo 23 y 24 de octubre a las provincias de Salta y Jujuy.

 

Sammaritan’s Feet es una institución internacional que se caracteriza por calzar los pies de los niños más desprotegidos del mundo. A través de su extensa red de colaboradores en distintos países, esta ONG articula la recepción de donaciones de zapatillas que tienen como destinatarios miles de niños que viven en condiciones desfavorables y que, en muchos casos, con sus pies a la intemperie.

En la Argentina, funciona desde hace unos 6 años de la mano de Daniel Domínguez, un visionario que pretende hacer de la solidaridad, una marca registrada.

Durante todos estos años, incluso llegada la pandemia, Daniel movilizó a cientos de personas que fueron parte de la logística de este movimiento que no sólo se encarga de poner un par de zapatillas en los pies de los niños, sino de llevarles dignidad a través del calzado. Domínguez explica esto en propias palabras: “Sammaritan’s Feet tiene como objetivo la verdadera inclusión, la salud, la educación y el evangelismo. Decimos todo esto porque un chico con calzado es salud porque no se deforman sus pies, no se resiente su aparato óseo, además de no contraer alguna enfermedad producto del enfriamiento de sus extremidades; es inclusión porque puede jugar, hacer un deporte; es educación porque con sus pies cubiertos puede ir a la escuela, algo que les resulta complicado por las largas distancias que hacen algunos de estos niños para asistir a clases; y es evangelismo porque a través del símbolo de lavarle los pies antes de calzarlos les podemos contar que sus vidas pueden cambiar, salir de la postergación y la pobreza puestos en las manos de Dios. Creemos que la pobreza no es para siempre. Que nuestros sueños pueden ser guiados por Dios si estamos alineados a él”.

Es notable, también, que no sólo los particulares realizan sus donaciones de zapatillas, sino que hay empresas de calzados que han destinado importantes cantidades de pares a esta obra. Así fue que se pudo realizar jornadas de donación en poblados donde se llegaron a alcanzar a más de 500 chicos. Entre tantas experiencias y anécdotas recogidas al pasar, Domínguez comparte una que pinta de cuerpo entero la importancia de esta obra: “Las experiencias con Sammaritans son todas nuevas, y en cada lugar son conmovedoras. Nosotros hacemos dos preguntas como para romper el hielo: ‘¿Qué es lo que te pasó en la vida?’ y ‘¿Cuál es tu sueño?’, y cuando uno escucha las respuestas de los chicos, de los jóvenes y de los adultos, siempre hay referencia a los abusos y la violencia. Pero también se escucha que pasan hambre, la casa se les llueve, tienen frío, quieren perdonar…. ¿y cuál es el sueño? Justamente eso: tener una casa digna, no pasar frío, perdonar… Ahí es cuando les decimos que conocemos a la persona que cura el pasado y tiene la llave del futuro, y es Jesucristo. Ahí tenemos el pie para compartir el mensaje de salvación.

Como experiencia puntual, te puedo contar la de una nena en Rafaela, provincia de Santa Fe, que nos contaba  que su sueño era tener el apellido de su padrastro porque su papá la abusó tanto que no quería tener memoria de él. Con cosas así nos encontramos cuando vamos con Sammaritans Feet”.

La próxima entrega de calzado tendrá lugar en el norte argentino, más precisamente en las provincias de Salta y Jujuy, el próximo 23 y 24 de octubre. A través de las redes sociales de Sammaritan’s Feet se está solicitando donaciones, ya sea en efectivo, o calzado, para hacer llegar a más de 500 niños de estas dos provincias. “Algo atractivo que hacemos para lograr que las personas sean partícipes de Sammaritans pero, tal vez, no cuenten con tiempo suficiente para dedicarlo a este voluntariado, es el programa ‘Voluntario por un día’. Destinar una jornada para esta hermosa experiencia de lavarle los pies de los chicos y calzarlos. Con estos pequeños gestos podemos hacer la diferencia en la eternidad de estas personas”. 

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